Foro de Municipalismo

Valía define el municipalismo como «la piedra angular del sistema»

La presidenta de la Emshi defiende la necesidad de la futura ley en el ámbito metropolitano, aunque señala que «solo tendrá sentido si se define previamente la fórmula en la que los municipios van a decidir, convivir y progresar»

Elisa Valía, presidenta de la Emshi y concejala del Ciclo Integral del Agua en el Ayuntamiento de València.

Elisa Valía, presidenta de la Emshi y concejala del Ciclo Integral del Agua en el Ayuntamiento de València. / Fernando Bustamante

La presidenta de la Entidad Metropolitana de Servicios Hidráulicos (Emshi) y también concejala del Ciclo Integral del Agua delAyuntamiento de València,Elisa Valía, aprovechó su intervención en el Foro de Municipalismo para realizar una defensa férrea del municipalismo, al que definió como la«piedra angular del sistema». 

Valía destacó el papel cambiante que han tenido los municipios a lo largo de la historia —con la creación y el desarrollo de otras administraciones o la consolidación del Estado de Derecho— y que les ha obligado a «ocuparse de asuntos distintos y de forma distinta, pero siempre pegados al territorio y cercanos a la ciudadanía».

Asimismo, la presidenta de la Emshi señaló que en la actualidad «nos enfrentamos a retos complejos» y que, precisamente por ello, «es un buen momento para reflexionar sobre la esencia del municipalismo;porque es probable que tengamos que cambiar muchas cosas».

Llegados a este punto, la teniente alcalde de València y concejala del Ciclo del Agua del Ayuntamiento de València motivó su intervención en dos pilares fundamentales: la importancia de lo local y la necesaria unión a otros municipios para llegar a gestionar servicios que implican a todos. 

Ganar espacios de libertad

«La historia de la civilización va siempre unida a las ciudades, a lo que hoy conocemos como municipios; estos son la cuna de las libertades públicas», agregó Valía.

Al respecto de ello, la concejala del Ciclo Integral del Agua señaló el ejemplo histórico de València —con la Costum de València y, posteriormente, els Furs—, donde «se otorgaba a la ciudad un espacio extraordinario de libertad y decisión política sobre su funcionamiento y sus órganos de gobierno».

«A eso tenemos que seguir dedicándonos, a ganar espacios de libertad y derechos para la mayoría», insistió. En este punto, Valía recordó la figura de Vicente Blasco Ibáñez, «un municipalista ilustre de València que presentó un programa para las elecciones municipales de 1901 que buscaba la renovación y modernización de la ciudad».

Gestión metropolitana

Como presidenta de la Emshi, Valía conoce bien la gestión compartida y por eso apeló a que sean las localidades implicadas quienes marquen las pautas de la ley metropolitana de València: «No podemos esperar a que otro nivel de la Administración nos defina el marco, sino ser los propios municipios los que llevemos la iniciativa», sentenció. 

En este punto, Valía se centró en la incorporación de la visión metropolitana al municipalismo actual y su impacto en una ciudad como València y los municipios que componen su área metropolitana. Al respecto de ello, Valía explicó que la gestión metropolitana «solo tendrá éxito si somos capaces de reconocer la diversidad y la riqueza que nos aporta ser distintos». 

En este sentido, defendió que «es necesaria una ley que nos sirva de marco para trabajar en ese ámbito metropolitano», pero la futura norma «solo tendrá sentido siempre que se defina previamente la fórmula en la que los municipios implicados van a decidir, a convivir y a progresar». Esa fórmula debe ser, a su juicio, «una en la que todos ganen, que haga que tenga sentido pertenecer a algo». 

Por eso defendió que nadie puede tutelar este proceso, sino que debe ser València quien asuma esa responsabilidad de liderar e impulsar «con potencia» la visión metropolitana pero, eso sí, «debe hacerlo de forma honesta con el resto de municipios». 

La teniente alcalde de València también emplazó a todos y todas a conocer mejor «las realidades que existen a pocos kilómetros de nosotros» para que, de verdad, una legislación metropolitana pueda funcionar.