J. García/J. Ruiz, Valencia

Los socialistas valencianos rechazaron anoche de plano la negociación de un pacto urbanístico con el PP al considerar que lo que realmente buscan los populares es una «ley de punto final» y una «amnistía» a su gestión sobre el territorio en estos diez años y, especialmente, en los últimos dos, con Rafael Blasco como conseller de Territorio y Vivienda, según informó el portavoz de la ejecutiva del PSPV-PSOE, Manuel Mata. Para los socialistas, acceder a un acuerdo en esta materia -que incluía la oferta de retirada del proyecto de Ley Urbanística Valenciana (LUV)- los habría convertido en «cómplices» y en «coartada» de la acción «depredadora» del territorio en estos años que adjudican a Blasco. La contundente respuesta se produce un día después de conocerse el demoledor informe del Parlamento Europeo que denuncia los abusos urbanísticos cometidos en la Comunidad Valenciana.

Tal como informó Levante-EMV, el portavoz popular en las Cortes, Serafín Castellano, lanzó el miércoles al líder del PSPV, Joan Ignasi Pla, una nueva oferta negociadora. La propuesta era aún más ambiciosa que la primera que le planteó a Pla y suponía diseñar todo el marco jurídico que regula el urbanismo en la Comunidad -a modo del pacto sobre el Estatuto de Autonomía-, incluyendo la retirada de la LUV, como exigía el PSPV, y la modificación de la ley de ordenación del territorio y del suelo no urbanizable. Iba más allá y asumía una especie de paralización de algunos planes urbanísticos en marcha, en función de unas condiciones, durante la discusión de la futura normativa, algo similar a una moratoria.

Pla reunió ayer por la tarde a la ejecutiva para informar de la propuesta. La decisión de rechazarla fue unánime. En torno a las ocho, el líder del PSPV telefoneó a Castellano para comunicarle formalmente la negativa. El dirigente socialista consideró que la propuesta partía de una premisa equivocada: la de obviar la gestión del PP en estos diez años y, en especial, de Blasco, algunas de cuyas decisiones urbanísticas, según los socialistas, están en los tribunales. Pactar habría supuesto legitimar el pasado.

De ahí que una premisa básica para hablar era la destitución de Blasco, precisamente el conseller de Obras Públicas que hace quince años relevaron los socialistas por sospechas sobre su gestión. «Nunca podríamos pactar el urbanismo con el PP mientras Blasco esté al frente, porque ha sido el depredador del territorio», sentenció Mata, quien añadió: «Blasco ha hecho lo que ha querido; ahora que afronten ellos las consecuencias.» «No es un diseño para el futuro, sino para amnistiar el pasado», agregó. Miembros de la ejecutiva insistieron en que, si el Consell hubiera ofrecido la destitución del conseller, habrían accedido a dialogar.

Por la mañana, antes de conocerse la respuesta del PSPV, el vicepresidente del Consell, Víctor Campos, daba la cara por Blasco y calificaba de «irresponsable» a Pla por condicionar la negociación al revelo del titular de Territorio. Campos se preguntó «por qué le pone tan nervioso Blasco, qué teme de él», y le pidió que «no anteponga la manía personal, la fobia o el miedo que le pueda tener» al interés de los ciudadanos. Insistió en que es «surrealista» la actitud del PSPV.

Por otro lado, el diputado verde de EU-Entesa, Carles Arnal, se mostró convencido de que la LUV no resolverá los problemas de la actual normativa, la Ley Reguladora de la Actividad Urbanística (LRAU), porque «no pone el freno necesario para que no haya reclasificaciones masivas de suelo no urbanizable y para que no se construya un urbanismo desconectado del núcleo tradicional de los municipios».