Laura Sena, Aldaia

La alcaldesa de Aldaia, Empar Navarro, no ha dejado que la sentencia que le daba la razón en su orden de cierre de la planta de residuos Fervasa se apolille guardada en un cajón. A la socialista no le tembló el pulso ayer para firmar un decreto en el que se ordenaba a la gerencia de la empresa la clausura de la parte que está en término municipal de Aldaia, en un plazo máximo de cinco días.

Se insta a Fervasa al cierre «por carecer de la correspondiente licencia de actividad» , como se estableció en la sentencia del Juzgado Contencioso-Administrativo número 4 de Valencia que ratificaba la orden de cierre decretada por el Ayuntamiento el 9 de julio de 2004. En el escrito, que entregó al gerente, Jesús Gordillo, la policía local, se deja claro que «el incumplimiento de dicha orden puede ser constitutivo de delito de desobediencia, según el artículo 556 del Código Penal» .

La alcaldesa explicó ayer que con esta medida, además de cumplir una sentencia judicial, perseguía «acelerar la solución definitiva de Fervasa y de los residuos sólidos urbanos del área metropolitana» , regularizar la situación de esa parte de la planta que no tiene licencia municipal y «presionar para que se acelere la construcción de la nueva planta para evitar los olores, la contaminación y las molestias que llevamos muchos años sufriendo los vecinos de Aldaia» .

Navarro señaló también que «Fervasa y sus responsables han estado ninguneando a los vecinos y se ha burlado del ayuntamiento» durante mucho tiempo, además de destacar que el PP y las instituciones responsables «se han mostrado como unos ineptos para solucionar el tema de los residuos en el área metropolitana» .

La alcaldesa fue muy crítica con este asunto e incidió en que «en todo este proceso se ha demostrado que para la generalitat la gestión de los residuos urbanos no es prioritaria como tampoco lo ha sido evitar las molestias y los olores que hemos sufrido» .

Un triunfo tras años de «batalla»

Empar Navarro decretó el cierre de la parte de Fervasa que está en su término municipal -un área de 2.520 m2 donde se encuentra la puerta de acceso de los camiones, la plataforma de pesaje y la oficina de control - en 2004 porque la actividad carecía de licencia, tras un largo período en el que se le había estado requiriendo para que legalizaran la actividad. Los responsables de la planta presentaro un recurso contencioso administrativo, que el tribunal desestimó el pasado febrero en una sentencia que establecía que la orden de cierre se podía ejecutar. «Igual que el juzgado nos lo comunicó a nosotros, lo trasnmitió a Fervasa y hemos estado esperando un mes a que movieran ficha o hicieran por regularizar la actividad pero ellos han vuelto a ningunearnos y no han hecho nada» , explicó ayer Navarro. Por ello, el equipo de gobierno local optó por ejecutar la sentencia. La zona de la planta en término de Aldaia tiene hasta el día 20 de marzo a las 12 de la noche para dejar la actividad.