J. Sierra, Valencia

-Todas las confederaciones hidrográficas avanzan en sus respectivos planes hidrológicos, menos en el Júcar, bloqueado por el enfrentamiento entre Castilla-La Mancha y la Comunitat Valenciana ¿Existe una fórmula mágica?

-La forma de abordar este problema es caminando hacia la simplificación, es decir, lo que nos interesa a todas las administraciones y a todos los usuarios es tener unos planes de cuenca que se ajusten a la realidad y que nos permitan avanzar. Tenemos, por otra parte, un Estatuto de Autonomía de la Comunidad Valenciana aprobado por las Cortes Valencianas y refrendado por las Cortes Generales donde se manifiesta la existencia de unas cuencas intracomunitarias en las que el Gobierno de Valencia tiene todas las competencias. Por último, existe una sentencia del Tribunal Supremo en la que nos dicen que la confederación del Júcar no tiene competencias para planificar en todo el territorio. Con esos condicionantes estamos trabajando sin que haya otro objetivo, y eso creo que es importante resaltarlo, que disponer de planes que nos sirvan a todos.

-Pues parece que se trata de desmembrar el Júcar y ver quien se lleva la mejor parte.

-Todas las administraciones debemos remar en la misma dirección y no hablar de que nadie quiere quitarle el agua a nadie porque no hay nada de eso. El agua era, sigue siendo y será de los ríos pero no de ninguna administración.

-¿Y el camino para conseguirlo?

-Hay que evitar cualquier tipo de demagogia. No debemos de consentir que se politice una cuestión que no debe ser politizada. Estamos hablando de gestionar recursos hídricos; nada más. Con una experiencia de casi cien años en las Confederaciones Hidrográficas nadie puede decir que se hayan desatendido las necesidades de ningún territorio.

-Las relaciones entre el ministerio y Generalitat parecen atravesar un momento dulce, pero... ¿existen todavía posiciones de bloqueo o ralentización burocrática?

-Ese tipo de cuestiones existen. Ahora hay una buena coyuntura, un mejor entendimiento entre ambas administraciones que es esencial. En contra de las administraciones y en contra de los usuarios, no podemos conseguir nada. El Estado hace un esfuerzo inversor para el bien de una zona y en beneficio de los ciudadanos de ese territorio, exclusivamente, pero muchas tramitaciones dependen de autorizaciones que son de la comunidad autónoma. Insisto: estamos en un buen momento, pero debemos de ir más allá. Si no existe ese apoyo pues habría que replantearse muchas cosas...

-¿Tantas como para renunciar a hacer algunas obras?

-La Administración del Estado no va a desarrollar ningún proyecto que vaya en contra de la voluntad, interés y el beneficio de los ciudadanos.

-El ministerio se ha escondido en la polémica del trasvase Tajo-Segura, aunque supongo que tendrá un plan B por si el parlamento consiente en ponerle fecha de caducidad.

-Un trasvase no es algo que se geste en unos pocos días. No es un capricho temporal. Tenemos un trasvase Tajo-Segura perfectamente regulado y que ofrece garantías, tanto para el territorio cedente como para el receptor. Evidentemente si una decisión del Congreso de los Diputados modifica el funcionamiento del trasvase, nosotros nos tendremos que adaptar y como gestores del agua buscar una solución. El ministerio tiene la obligación de tener un plan B, sí, pero tampoco nos vamos a inventar la luna.Tenemos un plan de desaladoras y disponemos desde hace años muchos estudios de trasvases.., etc. Si llega el momento veremos qué opción es la más viable.

-Sobre el trasvase Júcar-Vinalopó, ¿Es cierto que se están replanteado el proyecto y que podrían aceptar ahora incluir una potabilizadora para entregar agua a las ciudades?

-Es una obra en marcha que ha costado mucho sacar adelante aunque creo que ahora se está ejecutando a buen ritmo sin que las administraciones implicadas y los usuarios tengan dudas de los beneficios que plantea el trasvase. Ahora bien, la obra está definida con un uso, con unos parámetros y con unas condiciones de contorno. Dicho de otro modo: los caudales del Júcar-Vinalopó son para la agricultura y para recuperar los acuíferos y esas condiciones no las podemos variar completamente de la noche a la mañana.

-El Gobierno valenciano y algunos usuarios del Vinalopó dan por hecho que habrá potabilizadora...

-Si alguien propone una potabilizadora, pues lo analizaremos. No estamos cerrados a ninguna opción, pero no vamos a malgastar el dinero, eso tiene que quedar bien claro. Lo que no vamos a hacer es una potabilizadora que haga que la desaladora que ya está construyéndose no funcione porque el agua está llegando por otro sitio. Hay que ser realistas.