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Las víctimas tardan una media de cinco años en presentar la primera denuncia, lo que les resta credibilidad cuando comparecen en el juzgado, según lamentan los jueces. La situación está comenzando a cambiar. La Fiscalía de Valencia ha comprobado que en los últimos meses se ha incrementado el número de mujeres mayores que se han atrevido a acusar a sus maltratadores después de que sus hijos les hayan abierto los ojos.
"El caso del maltrato habitual es el más complicado porque la víctima tarda mucho tiempo en denunciar. La violencia de género es el único delito en el que la denuncia no es inmediata. Es una característica propia y opera en contra de las mujeres maltratadas", lamentó Vicente Magro. El magistrado incidió en que los abogados de los acusados alegan la tardanza en denunciar para restar credibilidad a la víctima.
"Muchas están nerviosas y no verbalizan detalles fundamentales que son esenciales para romper la presunción de inocencia. No quiere decir que la denuncia sea falsa, pero el juez no tiene suficientes indicios de culpabilidad del acusado y la presunción de inocencia es sagrada. Esto provoca que la mitad de los casos se queden por el camino", subrayó Magro.
A pesar de todo, el 85% de los asuntos de violencia machista que llega a juicio oral acaba con la condena del maltratador.
