"Para ser histórico no hay nada más que hacer que dejar pasar los años", bromea Jesús Puig Noguera, inspector de la Conselleria de Educación y profesor de Psicología de la Universitat de València en excedencia. Pero Puig Noguera ha hecho algo más que sentarse a ver pasar el tiempo en la historia de la Transición en la Comunitat Valenciana, ya que se convirtió en el primer alcalde nacionalista tras ganar las elecciones municipales del 3 de abril de 1979 en su pueblo natal, la Font d'en Carrós.

Fundador y primer presidente del Partit Nacionalista del País Valencià (PNPV), se impuso por 63 votos de diferencia a la UCD en las primeras elecciones locales tras la dictadura. Su triunfo le permitió mantener una vara de mando que había asumido después de la muerte de Franco, cuando impulsó en el clandestino Partit Comunista del País Valencià (PCPV) la opción de aprovechar las grietas que se abrían en un régimen en hundimiento para entrar en los ayuntamientos. Así, que conquistó la alcaldía desde la presidencia del club de fútbol de la Font, tras cuyas siglas había forjado un grupo de presión.

En agosto de 1978 fundó el PNPV, un partido que se presentó en sociedad el 6 de noviembre con la promesa de realizar "una política valenciana desde y para el País Valenciano, con una ideología de centro-izquierda abierta tanto a sectores democristianos como socialistas que rebajen su marxismo".

La utopía "interclasista" del PNPV, liderada por Puig y el liberal Francesc de Paula Burguera, diputado de la UCD en el Congreso que se había pasado al Grupo Mixto tras el bloqueo al avance del autogobierno por parte de su partido, aspiraba a ocupar el espacio del nacionalismo valenciano que se había quedado huérfano tras la fusión del PSPV de Alfons Cucó y Vicent Soler con el PSOE.

Sin embargo, el "pegamento" del nacionalismo que unía a gente de procedencia tan heterogénea como los liberales Burguera y José Cabanes o Vicent Pons (PSPV) y el propio Puig (PCPV), no fue suficiente y su sueño de ser "el partido cuña para cubrir el vacío político existente en el ámbito valenciano entre el PSOE y la UCD", que ya azuzaba la Batalla de Valencia. Se estrelló en las elecciones generales del 1 de marzo de 1979. La candidatura liderada por Burguera y Puig Noguera no obtuvo ningún escaño. "No teníamos infraestructura de partido e hicimos lo que pudimos. Además, el "magma" valenciano tampoco es que diera para mucho más", lamenta.

La clandestinidad

""Taxista" del Comité Central"

"Dicen que nada sucede por casualidad. Sin embargo algo de casualidad hubo cuando entablé amistad con un paisano que pertenecía al Comité Central del PC y que vivió el exilio en Francia. Empecé llevándole en mi coche a las reuniones y acabé colaborando en la revista "Cal dir" del PCPV".

Alcalde "comunista"

"De la presidencia del club de fútbol pasé al ayuntamiento"

"Yo siempre digo que si Newton no hubiera estado en el huerto cuando cayó la manzana, hubiéramos tardado mucho más en descubrir la ley de la gravedad. Pues bien, mediados los setenta se abrió un pequeño resquicio en los ayuntamientos y me metí en ese huerto. Abogué en el PCPV por introducirnos en ayuntamientos igual que, años atrás, sindicalistas de CC OO se habían infiltrado en el aparato sindical del franquismo, con el riesgo inherente que tantos pagaron. Y como el mundo es lo más parecido a un mercado donde el secreto está en captar el interés de los demás, "vendí" mi gestión como presidente del club de fútbol local. Y del club al ayuntamiento. Muerto Franco, alcanzar la alcaldía no fue tan difícil ni la cosa tuvo mérito".

El camino autonómico

"Renuncié a la alcaldía al vetarse el acceso a la autonomía plena"

"Tuve sonados enfrentamientos tanto con el presidente de la Diputación como con el gobernador civil. Con este tuve un rifirrafe con amplio eco en los medios: Presenté la dimisión por vetarse al País Valenciano el acceso a la autonomía plena vía artículo 151 de la Constitución; y no la aceptó porque, según él, estaba "redactada en catalán". Así que cuando más adelante dimití para presentarme a las elecciones de 1979 opté por redactarla en castellano viejo. Y no tuvo más remedio que admitirla, claro".

Constitución del PNPV

"Éramos una mezcla explosiva"

"Fue fruto de dos factores que se conjugaron de forma fortuita. Al agravio ya citado que impedía la autonomía plena se unió la fusión del PSPV en el PSOE que provocó un vacío nacionalista. Y ya se sabe que en política los vacíos no existen. Espacio que no ocupas, te lo ocupan. Esto hizo confluir en un mismo proyecto político a gente de procedencia muy diversa: de Unió Democrática, Partido Liberal, UCD, PSPV y PCPV, como yo mismo. Una mezcla explosiva".

Municipales de 1979

"El nacionalismo fracasó"

"Satisfacción en lo personal, al lograr la alcaldía, y frustración como presidente del PNPV: Era el único alcalde nacionalista de todo el País Valenciano. Conseguimos concejales en varios municipios, pero en términos generales el nacionalismo fracasó".

Alcalde valencianista

"Mi pueblo fue el primero en recuperar su nombre valenciano"

"Destacaría dos hechos: La valencianización del nombre del pueblo: La Font d'en Carròs fue el primer pueblo del País Valenciano que adecuaba su antiguo nombre (Fuente Encarroz) a la toponimia valenciana. Y el impulso a la enseñanza del valenciano durante la preautonomía, a raíz de una reunión en el ayuntamiento con insignes valencianistas como Vicent Ventura, Sanchis Guarner, Josep Iborra, Burguera, Ferrer Pastor, Josep Piera y otros, donde se habló de comisiones de servicio, reciclaje del profesorado, etc".

El sueño nacionalista

"Nos guiaba la utopía"

"Fue, efectivamente, un sueño. Concurrimos a las elecciones como el partido de las comarcas, guiados por la utopía de pensar que podíamos convertir los sueños en realidad. La política es realismo o debería serlo, pero es también y sobre todo capacidad de transformar los sueños y expectativas en estímulos para el progreso de la sociedad. Una sociedad, la valenciana, que nos dio la espalda. Y es que "los sueños, sueños son", decía Calderón. Y decía la verdad".

"Volem l'estatut!"

"La desilusión de hoy no es buena, tampoco lo era la euforia del 77"

"9 de Octubre de 1977: 800.000 valencianos gritando "Volem l'Estatut!". Hoy matizaría aquella euforia reivindicativa; pues si la desilusión de hoy no es buena, tampoco el entusiasmo de ayer lo era. La euforia política suele ser pasajera y engañosa. ¿O no es absurdo que el Estatuto aumente el número de escaños porque aumenta la población, y mantenga la barrera del 5%, sabiendo que eso supone, como ha ocurrido, dejar cien mil votantes nacionalistas fuera de las Corts?"

La batalla de Valencia

"Me tocó vivirla en primera fila"

"Aunque eso de utilizar la primera persona del singular resulte un tanto impúdico, puedo decir que presencié la llamada Batalla de Valencia en palco y primera fila. Cito sólo un ejemplo: Acompañado de Ferrer Pastor i Sanchis Guarner, que pasaba unos días de vacaciones en el pueblo, recibí en el ayuntamiento a unos jóvenes que realizaban la "Volta en carro als Països Catalans". Pues bien, desde Valencia vinieron una treintena de miembros del Grup d'Acció Valencianista (GAV), y para qué decirte... Si hubiera sido la "Vuelta en carro a Levante" o al "Eje de la Prosperidad", que llaman ahora, nada hubiera ocurrido, pero a los Països Catalans... ¡Eso nunca! Al terminar la recepción fuimos a tomar un café al bar Avinguda. Su dueño nos contó haber sido insultado porque en las servilletas figuraba el término "País Valencià"".

Disolución del PNPV

" Faltó diálogo y sobró ideología"

"Ya he dicho que en el partido había gente de procedencia muy diversa. Así que todo fue bien hasta que llegó el congreso constituyente y, por tanto, la concreción de la línea ideológica. Algunos no estuvimos de acuerdo con la ponencia y abandonamos. ¿La culpa? Yo creo que fue un poco de todos. Faltó diálogo en unos y sobró ideología en otros. Nos pasó lo que a ciertos marxistas en la clandestinidad, donde el matiz leninista, gramcista, maoísta, hegeliano,..., parecía tan trascendental que generaba tensas discusiones, como si fuera la vida en ello. Pues bien, en el PNPV ocurrió algo parecido. Más adelante se integraría en UPV".

Integración en el PSPV

"Fue una decantación lógica"

"Abandonamos el PNPV y también el ayuntamiento. Hablo en plural porque fue toda la candidatura. Y en solidaridad con nosotros los del PSOE también dimitieron. La falta de quórum en el consistorio forzó la creación de una gestora. En el ínterin, la alcaldía había pasado a UCD. Tiempo después falleció el alcalde y entendimos que el gesto del PSOE dimitiendo en bloque merecía un reconocimiento. Y aun siendo más los nacionalistas elegimos de alcalde a un socialista. Paulatinamente nuestras relaciones se estrecharon y, con el tiempo, ingresamos en el PSOE. Tal como ocurrieron las cosas fue un proceso de decantación lógico".

Pasó por las corts

"Renuncié al sueldo de diputado"

"Fui diputado entre 1991 y 1995, pero renuncié al sueldo de diputado y compatibilicé el trabajo en las Corts con mi profesión de inspector de Educación. Recuerdo con especial cariño los debates que mantenía con Gloria Marcos".

Corrupción socialista

"Aquellos escándalos me pusieron un pie fuera del partido"

"La corrupción es como las cucarachas, que se reproducen en la oscuridad. La falta de transparencia en el manejo de los fondos reservados nos llenó de oprobio. A algunos estos escándalos nos pusieron un pie fuera del partido. Luego perdimos las elecciones aquí y llegaron las disputas internas donde se asentía o disentía según la "familia" a la que pertenecías. En fin, que uno diría que se había colado en el partido el señor Murphy, ese que dice que si alguna cosa puede acabar mal, acabará mal".

Antoni asunción

"Su dimisión demostró que todo lo malo puede empeorar"

"Su dimisión como líder del grupo parlamentario en las Corts es prueba de que no hay nada tan malo que no pueda empeorar. La descomposición interna y el odio entre "familias" llegó a ser tan normal como las lluvias en primavera. Toni, buen amigo y gran persona, tuvo que tirar la toalla. Y con él, algunos entre los que me cuento. Desde el año 2000, pues, vivo, analizo y opino desde mi libérrima independencia".

El PSPV actual

"Con Alarte parece que va recuperando el tono"

"Creo que ha superado sus disensiones internas. Eso quiero pensar. Es un gran partido con una excelente militancia a la que, durante estos años, se le podía aplicar aquello de "¡Qué buen vasallo si hubiera buen señor!" Hoy parece que con Alarte el partido va recuperando el tono y la paz interna que tanto precisa. Discrepo que se le tache de falta de carisma, esa especie de proyección mística a que hace alusión Max Weber, como si la seducción personal pudiera suplir la falta de ideología".

La opción nacionalista

"A los amigos del Bloc les animo hablándoles del efecto mariposa"

"Su "casa pairal" es hoy el Bloc. Ha sido víctima del llamado "voto útil", que tantas veces ha devenido inútil. Vislumbro su futuro con optimismo, particularmente cuando miro por el retrovisor y veo que los 14.000 votos del PNPV en las generales del 79 son hoy más de 100.000 en el Bloc. Por eso, a los amigos del Bloc les animo hablándoles del "efecto mariposa": cuando el aleteo del 79 ha cuajado en la notable representación municipal que actualmente tiene. Y que irá a más. Estoy seguro.

Consell de izquierdas

"El PP ya ha agotado su ciclo"

"Mi deseo, que es el esbozo de una esperanza, y mi convicción, que es fruto de la reflexión, me dicen que la izquierda volverá a presidir la Generalitat. El PP, en el País Valenciano, hace tiempo que agotó su ciclo. Por tanto, y a diferencia del tímido del cuento, me pido los tres deseos: Que las próximas elecciones las gane el PSPV, que las gane Compromís y que las gane EU. Tres deseos distintos y una esperanza verdadera: Que el PSPV gobierne en 2011, peroÉ que necesite los votos de Compromís y de EU".