Nadie vinculado al sector del transporte, que opera en el puerto de Valencia, cree que el incendio acaecido el sábado por la noche en la empresa Pellicer e Hijos, sita en Alfafar, haya sido fortuito. Levante-EMV habló con diversos empresarios del sector que se acercaron ayer hasta la campa en la que se encontraban los vehículos siniestrados, ninguno de ellos quiso dar su nombre y apellidos. Hay mucho miedo a las represalias.

Uno de esos empresarios consultados aseguró que "desde que comenzaron los paros de la semana pasada, dirigidos por Transcont, él ha doblado la seguridad en la campa en la que deja los camiones porque no quiere que los bomberos o la Guardia Civil le avisen de que le han quemado alguno". Un compañero suyo dijo que en su empresa también se ha incrementado la vigilancia.

Nadie se atreve a ponerle nombre y apellidos a los posibles autores, pero los que conocen el mundillo del transporte portuario son tajantes en sus expresiones: "Paros en el puerto y quema de camiones...blanco y en botella, leche", aseguran.

Los trabajadores de la empresa afectada fueron ayer por la mañana para comprobar, ya de día, el alcance del daño. "Un drama, lo que ha pasado es un drama" decía uno de ellos mientras miraba lo que quedaba de lo que, tan sólo doce horas antes, era un camión.

Los camioneros no tenían duda, "estos incendios han sido provocados", se decían los unos a los otros. Con respecto al móvil del mismo, las respuestas diferían las unas de las otras, pero algo había en común en todas ellas "los problemas que se viven en el puerto han tenido algo que ver seguro". Hubo quien llegó incluso a plantearse si no se habrían equivocado de vehículos, si los pirómanos no irían buscando otra empresa y por error entraron en la suya.

Dos visiones

Tal como explicaba ayer este periódico, Transcont, la asociación mayoritaria de camioneros autónomos del puerto de Valencia, dirigió durante la semana pasada una serie de paros en el citado recinto portuario. Hubo dos motivos principales para que se produjeran dichos paros.

El primero de ellos fue que una consignataria determinada, al parecer, adeuda pagarés a algunos de los socios de Transcont. El segundo de los motivos es que, a día de hoy, hay una guerra de precios y parece ser que varias empresas del sector estarían aceptando viajes "a la baja". Transcont está tratando de negociar una tarifa de precios estable.

Con respecto al tema de la consignataria, este periódico pudo hablar ayer con empresarios que trabajan para ella y, según su versión, "no es que la consignataria no pague, sino que ahora se está pagando a un intermediario y ese al transportista. Eso hace que si lo normal es cobrar a 60 días, algunos socios de Transcont no hayan cobrado pasados 90", pero según afirman, eso no es culpa de la consignataria.

Debido a que el ambiente está muy caldeado, los empresarios que trabajan con esa consignataria aseveran que "tienen miedo a sufrir represalias por parte de las personas que les consideran esquiroles pero que, 'ni por asomo' lo son, que ellos sólo trabajan".

El incendio de Alfafar

Los trabajadores de la empresa Pellicer e Hijos están destrozados. Han perdido la mitad de la flota de camiones. Durante la mañana de ayer, mientras esperaban al dueño de la empresa que estaba declarando en el cuartel de Alfafar, ellos comprobaban los destrozos de sus vehículos.

Acompañados por sus familias expresaban su rabia como podían, llegando la mujer de alguno de ellos a romper a llorar mientras decía: "ahora que nos empezaban a ir bien las cosas...no es justo".

El valor de los vehículos siniestrados supera los 240.000 euros y, pese a que están asegurados, la empresa aseguradora paga los camiones a precio de matriculación, con lo que según ellos "ésto ha sido una ruina", porque "el dinero que percibirá el dueño de la empresa será siempre muy inferior al que él ha invertido en la compra de los vehículos", agregaron. Ahora, la incertidumbre se cierne sobre ello pues no saben qué va a pasar y si van a poder trabajar próximamente.

"Vi el humo, el fuego

y una explosión"

Juan José trabaja en una empresa cercana a la campa en la que, a las nueve y media de la noche del sábado, ardieron cinco camiones de los cuales cuatro quedaron totalmente calcinados. Según explicó a Levante-EMV este testigo del siniestro, él estaba en su puesto de trabajo cuando "vio salir una enorme columna de humo negro. Acto seguido fue una llamarada enorme que salía varios metros en dirección al cielo y, justo después, una gran explosión". El hombre se asustó, no sabía lo que estaba pasando y por eso decidió llamar a la Guardia Civil de Alfafar e informar de lo que estaba pasando. "No quiso acercarme porque tenía miedo de que una de esas explosiones me hiciera daño", explicó. Por otro lado, algunos trabajadores de la empresa afectada aseveraron que "el incendio fue espectacular" y que, "debido a lo intenso y a la enorme temperatura que alcanzó, cuando los bomberos se iban a marchar, uno de los vehículos volvió a arder, lo que obligó a volver a echar agua".