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El documento impulsado por la Conselleria de Justicia y Administraciones Públicas tiene una duración de tres años y se marca como objetivo la mejora de los porcentajes de conocimiento del valenciano. Entre otras metas, se plantea aumentar al 90% los empleados con títulos de valenciano; lograr que el 45% obtenga el grau mitjà; y elevar el porcentaje entre los funcionarios de mayor edad y el grupo E. Respecto a la provincia de Alicante, el Consell espera que los funcionarios que saben valenciano pase del actual 60% al 80%.
El plan que el Consell aprobó el viernes de manera discreta -Sánchez de Léon se ciñó a los datos estadísticos-, contiene medidas parecidas a las recogidas en la enterrada y polémica declaracion de Ares del Maestre aprobada en 2003 con Esteban González Pons de conseller de Educación. El Consell impulsó un decálogo que establecía el uso de ambas lenguas en las comunicaciones con el ciudadano y primaba el valenciano entre los altos cargos. La medida fue paralizada por Aznar, entonces presidente del Gobierno; al tiempo que se topó con el rechazo de dirigentes del PPCV, en su mayoría alicantinos y afines a Zaplana.
El plan aprobado ahora se decanta por "una estrategia de discriminación positiva y de incentivos" para promover el valenciano tras años en los que la "práctica política lingüística se ha caracterizado por lo escrupuloso respecto a los derechos de los ciudadanos castellanohablantes". Entiende que el castellano es una lengua tan potente que "permite promocionar sin resevas nuestra segunda lengua". Y recuerda que si la Comunitat quiere afirmar su personalidad diferenciadada necesita poner en valor su lengua propia.
