Alberto Fabra será desde la próxima semana el quinto presidente de la Generalitat, tras la celebración en las Corts del pleno de investidura el martes, y el de toma de posesión dos días más tarde, tan sólo ocho después de la dimisión de su antecesor en el cargo, Francisco Camps. El acuerdo entre los distintos grupos ha hecho posible un rápido relevo en la Presidencia de la Generalitat, después de que Camps decidiera dejar este cargo, al que accedió por tercera vez hace poco más de un mes, tras ser procesado por recibir supuestamente regalos de la trama Gürtel.

El futuro presidente, que fue proclamado por aclamación de la Junta Directiva Regional del PPCV como candidato, tiene 47 años, es arquitecto técnico, está casado y tiene dos hijos, y era alcalde de Castelló de la Plana desde 2005, cargo al que renunciará para asumir el Gobierno autonómico. Asimismo es diputado autonómico desde la pasada legislatura, condición indispensable para poder ser designado president de la Generalitat, cargo en el que, además de Camps, le han precedido Joan Lerma (PSPV-PSOE), Eduardo Zaplana (PP) y José Luis Olivas (PP).

Fabra, quien también accedió a la Alcaldía de Castelló tras la dimisión de su antecesor, ya ha manifestado su intención de continuar con el programa que Camps presentó ante la Cámara en su debate de investidura, por lo que se prevé que su discurso aporte pocas novedades. Sí ha manifestado su intención de tender la mano a la oposición para "normalizar" y "restituir" la imagen autonómica tras una época "muy convulsa".