El president electo de la Generalitat, Alberto Fabra, ha renunciado hoy a la Alcaldía de Castellón en un breve y emotivo pleno extraordinario donde ha afirmado que se va "con la conciencia tranquila y la maleta llena de recuerdos".

Decenas de vecinos y funcionarios han abarrotado el salón de plenos del Ayuntamiento desde minutos antes de las diez de la mañana y han recibido entre aplausos a Fabra, en la que ha sido su última comparecencia como alcalde de la capital de La Plana apenas veinticuatro horas después de ser investido presidente del Consell.

El pleno tenía como único punto del orden del día esta renuncia, votado por unanimidad de los concejales de los cuatro grupos políticos con representación municipal, entre los que no estaba el exportavoz del PSPV y cabeza de la lista socialista en los últimos comicios, Juan María Calles.

En su discurso de despedida, Fabra ha tenido palabras de agradecimiento para sus compañeros de partido y para la oposición, y ha dedicado unas palabras también a los funcionarios municipales y los vecinos.

Fabra, que tras su discurso se ha fundido en un abrazo con su sucesor en la Alcaldía, Alfonso Bataller -que será investido el sábado-, se ha despedido una a una de todas las personas asistentes al pleno -entre ellas el ex secretario general del PPCV y diputado autonómico Ricardo Costa- y ha afirmado que, desde su nuevo cargo como president, seguirá trabajando "para que Castellón siga siendo una gran ciudad".