El expresidente del comité de empresa del Centro de Investigación Príncipe Felipe (CIPF) de Valencia, Rafael Pulido, aseguró ayer que el Expediente de Regulación de Empleo (ERE) aplicado en esta institución es "perverso e ideológico", y que los argumentos empresariales utilizados han sido "bastante subjetivos". "Es un ERE perverso por causas económicas, porque el propio patrón que le dota de subvenciones se las retira de forma drástica" insistió. Y es que, a su juicio "se ha penalizado a los investigadores y científicos del centro; a mí en concreto, por mi actividad sindical", matizó.

Pulido, uno de los 113 trabajadores del CIPF que han sido despedidos en aplicación del ERE, hizo estas declaraciones durante la presentación a los medios de una investigación realizada en el Laboratorio de Biología Molecular del Cáncer, del que era el investigador principal. Este Laboratorio es también una de las doce líneas de investigación -de las veintiséis que tenía el centro- que han desaparecido como consecuencia del ERE. Según señaló el investigador, con la desaparición de este laboratorio queda paralizado un estudio que podría haber permitido "que se vaya a curar el cáncer dentro de diez años".

A consecuencia de su despido, Pulido se define ahora como un "freelance" de la ciencia: "Ya no tengo adscripción laboral al CIPF" dijo, para considerar después que este centro es "una chapuza científica, no es nada serio y lo ha demostrado a lo largo de los años". Según explicó, un tercio de las investigaciones que todavía permanecen en el centro corresponde a grupos de "bioinformática", y el resto para enfermedades neurodegenerativas, daño hepático o enfermedades raras.