En la cola de la caja, la clienta no se lo puede callar. «¡53 euros para llenar el depósito! Nunca me había costado tanto…». Y eso que se encuentra en la gasolinera más barata de Valencia: la cooperativa de taxistas del polígono Vara de Quart, con el litro de gasolina 95 a 1,365 euros, y con el diésel a 1,339 euros (más aparte cinco céntimos de descuento por litro con la tarjeta de cliente). Fuera, en la pista, uno de los empleados de la gasolinera confirma la sospecha: «Sí, sí que se ha notado el aumento de clientes desde la última subida», dice Raúl mientras atiende varios surtidores a la vez y dirige el tráfico que aquí se suele agolpar en las horas punta.

¿Cuánto se ha notado? En los despachos, el presidente de la cooperativa, Pedro Pérez, da un dato contundente: el sábado pasado, primer fin de semana después de la gran subida del combustible (4,8 céntimos más por litro), la venta del día alcanzó los 48.600 litros, cuando el sábado anterior había sido de 42.000 litros. La inesperada demanda obligó a reforzar la plantilla con un trabajador que tenía el día libre. Moraleja: la gente mira más las diferencias de precios entre gasolineras.

Y a quien le parezca un detalle menor en el que ahorrar, el jefe de la cooperativa de taxistas (Taxco) le da una explicación sencilla: «Una persona que use el coche de forma habitual para ir al trabajo y volver a casa, suele gastar un depósito cada 7-10 días. El ahorro por depósito entre una gasolinera u otra ronda los 2,70 euros. Por tres veces al mes, ocho euros. Y por doce meses, 96 euros». Casi cien euros al año de ahorro por consumir el mismo caldo. Pero incluso puede ser peor: entre la gasolinera más barata de la provincia de Valencia y la más cara —todas aparecen en la web del Ministerio de Industria—, la diferencia en gasóleo normal es de 0,22 euros por litro. En un depósito de 50 litros, por tanto, la diferencia es de 11 euros justos. En el caso de la gasolina 95, entre la estación más cara y la más barata hay casi 17 céntimos de diferencia por litro, lo que equivale a 8,4 euros por depósito de 50 litros.

El doble de empleados

¿Y cómo puede la cooperativa de taxistas ofrecer siempre el combustible más barato de la ciudad de Valencia? «Es una estrategia que iniciamos en 2006: política agresiva de precios, bajar los márgenes de beneficios para aumentar las ventas, y confiar en nuestra gran red de comerciales: los 1.010 taxistas que son socios de la cooperativa, que lo dicen al familiar, al amigo, al vecino, y todos comprueban la diferencia de precios cuando llegan aquí», resume Pedro.

No les ha ido mal en estos cinco años. En 2004 trabajaban siete personas en los surtidores y la caja. Ahora son 16 empleados los que atienden, en tres turnos, los surtidores y la caja. Además, la cooperativa cuenta ya con alrededor de 6.000 personas que poseen la tarjeta de cliente habitual. Dos secretos más: la publicidad se la ahorran (el boca a boca les funciona) y mueven muy pocas veces los precios del poste, a diferencia de otros, por sus grandes compras de combustible al contado.

Al salir de la caja, los surtidores de la cooperativa están llenos y algún que otro coche hace cola. No extraña: en juego hay 100 euros al año.