Clamor contra RTVV sin «morder la mano»

Guionistas, productores, intérpretes y directores clamaron ayer contra «la descomposición absoluta del sector audiovisual» local, causada por el estallido financiero de Radiotelevisió Valenciana (RTVV). Si la radiografía es clara —los datos de deuda, audiencia y demora en los pagos son ya conocidos— y también la necesidad de un giro, los colectivos implicados no se ponen de acuerdo sobre cómo actuar para defender sus intereses comunes. Es lo que se reflejó ayer en la mesa redonda Quina TVV volem?, celebrada en la sede de la Sociedad de Autores (SGAE).

En otras palabras, como expresó uno de los asistentes, si hay que «morder la mano que da de comer» o si ya es tarde incluso para ello. En este sentido, los participantes en el debate no eludieron la autocrítica: «Hemos sido autocomplacientes y no reivindicativos», admitió el presidente de los productores valencianos (PAV), Ximo Pérez. «No somos fuertes ni importantes», dijo Juli Disla, de la directiva del sindicato de actores.

Así, las propuestas de la asociación de guionistas de exigir la creación de una vez por todas del Consejo del Audiovisual y la participación de los distintos colectivos en el diseño del nuevo modelo de RTVV no obtuvieron una gran acogida del resto.

Pérez dibujó las posibles bases para un nuevo modelo «sostenible» sin cuestionar los preceptos de una televisión pública y en valenciano: saldar la deuda y dejar el contador a cero, un presupuesto anual en torno a los cien millones y un contrato programa que fije que 25 o 30 de ellos se destinan a la producción. En 2012, afirmó, solo se invierten 5,5 millones (incluyendo ficción y entretenimiento), el 3 % del presupuesto. Lo dijo para explicar los malos datos de audiencia a partir de una programación de «refritos»: «No gusta a nadie, ni a Jaraba, diría».

El director de cine Carles Pastor (Bestezuelas) lamentó la ausencia de una identificación social con la cadena y dijo que el futuro pasa «por la refundación total, no por pequeños parches».