­­Presente a Cáritas.

Cáritas es la entidad de la Iglesia por excelencia para realizar la acción social y se dedica a atender las necesidades de las personas con más dificultades por la actual situación socioeconómica. Atendemos a las personas derivadas por los servicios sociales.

¿Está para aquello a lo que no llega el Estado?

Es una labor complementaria necesaria, porque la situación de los servicios sociales es muy grave. Yo diría que están en proceso de desmantelamiento, y eso nos obliga a asumir la atención a las personas que no pueden pagar la luz, que tienen problemas para hacer la compra básica. Pero hay que reivindicar el Estado de bienestar.

¿Por qué existe una doble imagen de la Iglesia: la de los obispos y la de Cáritas?

Yo no tengo una doble imagen de la Iglesia. La Iglesia es todo: liturgia, Palabra y acción social. Cáritas, junto con Manos Unidas o los misioneros internacionales, representa la faceta más solidaria de la Iglesia. Pero no es ningún organismo ajeno a la Iglesia.

En los ingresos de Cáritas apenas representa nada la ayuda económica de la Iglesia.

Pero las grandes colectas se hacen en las parroquias y los locales de Cáritas están ubicados en edificios de la Iglesia y mantenidos por las parroquias. Eso cuesta mucho dinero.

¿Se siente cómoda al ver a Cáritas en el centro de la polémica sobre los bienes de la Iglesia y su exención de impuestos?

Ningún cristiano puede sentirse cómodo en esta polémica. La Iglesia tiene muchas cosas positivas y está haciendo un gran papel social en esta crisis. En cambio, otras instituciones y entidades también exentas de pagar IBI no están dando la cara por los desfavorecidos.

Rouco Varela dijo que, si la Iglesia tenía que pagar el IBI, eso iría en detrimento de Cáritas.

Realmente, quiso decir que las parroquias se verían con más dificultades para hacer frente a su ayuda a Cáritas. Porque el dinero se recoge en las parroquias. Pero la acción de Cáritas no va a desaparecer. La caridad nunca desaparecerá.