¿Peligra la ejecución del nuevo trazado de ancho europeo entre Valencia y Tarragona?

Peligran todas las inversiones, no solo ésta. La raíz del problema es que no hay dinero, tampoco para obra civil. Y ello crea agravios sin cuento. Son demasiados los recortes desde mayo 2010, realizados al amparo de los presupuestos y acuerdos de no disponibilidad. Hay que esperar a los PGE 2013, en elaboración. Y sí, hay que pedir que en esos PGE 2013 se prime la inversión productiva. Es necesaria para crear empleo. Dicho esto pienso que ya que el trazado Valencia-Tarragona está dentro de la red transeuropea y es una obra de interés europea, su construcción debe ser prioritaria frente a otras. Otra cosa es cuándo se comienza a hacer y por dónde.

¿Ve viable ejecutar esta obra, o es más acertado apostar por el tercer carril?

La solución más racional es sin duda la más económica. Entre un trazado nuevo o un tercer carril sobre el actual; hay una diferencia entre 3.000 y 1.200 millones de euros. En la situación actual de crisis, ir a una solución de trazado nuevo parece que retardaría las posibilidades de construcción y no creo que eso interese a Valencia ni al proyecto. Mejor el más económico y racional. Habría que apoyar el tercer hilo y ya.

¿Podría el nuevo trazado del Valencia-Castelló-Tarragona optar a los Bonos para infraestructuras del Europarlamento?

Los bonos de infraestructuras aprobados en el Europarlamento son para aplicarse a la ejecución de las infraestructuras de la red transeuropea y por tanto deberían ser para el corredor mediterráneo

¿Por qué han fracasado las concesiones que se han impulsado en la C. Valenciana y las autopistas de peaje de toda España?

El fracaso de los contratos de concesiones de las autopistas se debe al elevado coste de las expropiaciones que han desbordado toda previsión; a las políticas de creación de autopistas sin peaje alternativas; a las erróneas previsiones de trafico con un crecimiento irreal acentuado por menores tráficos debidos a la crisis; dificultades crecientes de financiación. Todo ello acrecentado por la actual situación de crisis y porque no ha habido desde su inicio una respuesta rápida y adecuada de la administración. Y como sabe la concesionaria de Madrid-Toledo, gravemente dañada por esos factores ha recurrido a los tribunales y estos le han dado la razón frente al ministerio. Habrá que seguir atentamente este proceso.

¿El recorte de inversiones para rebajar el déficit hundirá más a la CV y a España? ¿O permitirá la recuperación en 2014?

Yo estoy en contra del recorte de inversiones, pero ojo, estoy a favor €y ¡de qué modo!€ de recortar gastos corrientes en las autonomías de modo contundente. En una reciente conferencia hablaba de usar un «hacha de acero» para hacer una profunda poda de invierno en el gasto. Las autonomías €todas€ han desbordado los límites constitucionales. Han pasado del uso autonómico, previsto en la Constitución, al abuso. Y ahora toca recortar. Mi propuesta es que se recorte en profundidad gastos corrientes y se pase un tercio del recorte a inversiones públicas que crean empleo y los otros dos tercios a reducir el déficit. También el Estado. Porque el sector privado en los años 2012-2013 no va a ser capaz de crear empleo. Solo la obra civil puede hacerlo. Es la solución que aplicó Roosevelt en 1933 al amparo del «New Deal» a través de la «National Recovery Act» para salir de la Gran Depresión y dio resultado. Está en los libros, solo hay que estudiarlos.

¿Debería ser la Generalitat más reivindicativa para que se resarza la deuda histórica de inversiones en la CV y equipararnos a las inversiones que recibe Galicia?

Me molestan esas comparaciones usando lo que se ha dado en llamar «deuda histórica» y cosas semejantes. Esa dialéctica es la que ha llevado a España a este momento y hay que acabar con eso. Yo quisiera ver a nuestra comunidad como la mejor en el uso del gasto público, por tanto la más eficiente en el uso de ese gasto, con recortes de empresas, fundaciones públicas, asesores, gastos innecesarios... Más intensa en toda España y así, saneada, poder afrontar grandes proyectos desde una estructura financiera sana, con déficit nulo si es posible. Y, eso, creo que es lo que está haciendo Alberto Fabra. Y no debe ser fácil porque es al tiempo muy doloroso. Pero es la única solución.

¿Barcelona tiene más opciones que Valencia para ser un polo logístico? ¿Hemos perdido este tren?

No. No me gustan estas rivalidades entre autonomías. Cada comunidad debe ser independiente reivindicando sus necesidades y no debe ser la guía la comparación con otra. Eso llevaría a un escalonamiento de intereses que nunca tendría fin. Valencia es un polo en la costa mediterránea de una enorme importancia por la actividad de su puerto y sus cifras, que asombran. No hay ninguna razón para que no haya dos polos, Barcelona y Valencia, cada uno con sus características e, indudablemente, en competencia. Ya le gustaría a la costa norte española o a la mediterránea francesa tener esa doble posibilidad. Depende de nosotros, los valencianos, mantener esa envidiada competencia.