En pleno adelgazamiento del sector público autonómico para ahorrar costes, hay treinta ayuntamientos valencianos que destinan más de la mitad de sus ingresos anuales a pagar las nóminas del personal municipal que tienen empleado. La onerosa lista de los consistorios que más gastan en trabajadores públicos, en proporción a sus ingresos, la encabeza la Granja de Rocamora. Este municipio de casi 2.500 habitantes, enclavado en la comarca del Baix Segura, dedica el 69 % de sus ingresos a pagar los sueldos del personal municipal: recauda 1,8 millones de euros y mantener a sus empleados le cuesta algo más de 1,2 millones.

Este récord contrasta con la media autonómica: según los datos del Ministerio de Hacienda extraídos de la liquidación de los presupuestos municipales de 2011, los ayuntamientos valencianos gastan un 37 % en mantener a su personal. Pero hay algunos que disparan esa media. Es cierto que la mitad de los municipios que superan el crítico umbral del 50 % tiene menos de 3.000 habitantes. De hecho, hay nueve ayuntamientos con menos de mil vecinos en este grupo de los treinta. Pero también aparecen ciudades de tamaño medio que rebasan el listón. La segunda de la tabla, de hecho, es Silla. Con casi 20.000 habitantes, su ayuntamiento gasta en nóminas el 62 % de sus ingresos: más de 7,5 millones de euros se le van cada año en gastos de personal.

Con un peso similar aparecen otros ayuntamientos relevantes. Novelda y Massamagrell gastan en salarios el 54 % del dinero que ingresan. En el 51 % se encuentran otros ayuntamientos grandes como Cullera, Llíria, Nules, Santa Pola, Pego y la Vall d’Uixó. Villena destina al sueldo de sus empleados justo el 50 % de lo que ingresan las arcas locales. Entre los municipios valencianos con más de 50.000 habitantes hay relativa contención. Sólo superan el 40 % del gasto en personal los ayuntamientos de Elx, Benidorm, Sagunt, Alcoi y Elda.

En la zona contraria de la tabla, los consistorios que menos gastan en personal en proporción a sus ingresos, destaca un aspecto: son los pueblos más pequeños los que menos gastan en sueldos públicos. Frente a la reciente campaña en favor de la fusión de municipios pequeños por el despilfarro que a priori suponían esas estructuras, el gasto de personal lo desmiente. Un ejemplo: de los 67 municipios que gastan menos del 20 % de sus ingresos en nóminas públicas, hay 55 que tienen menos de mil habitantes y los otros doce están por debajo del tamaño de Cabanes, con poco más de 3.000 vecinos.

Como curiosidad, los que menos gastan en sueldos públicos en función de su recaudación son Villamalur y Torralba del Pinar, ambos en la comarca del Alto Millars. El primero, líder indiscutible, destinó sólo el 1 % a pagar empleo público en 2011: ingresó 152.000 euros y sólo dedicó a personal 1.575 euros. El segundo, de 54 habitantes, destinó a nóminas públicas el 5 %. Exactamente, 12.996 euros de sus 243.000 euros ingresados.

Las tres capitales de provincia presentan un comportamiento similar: Valencia y Castelló dedican el 36 % de su recaudación al gasto de personal, y Alicante aporta un 35 %. Entre los casos más llamativos figura Xàtiva: es la única población con más de 15.000 habitantes cuyo gasto en personal público es inferior al 30 % de sus ingresos. Es del 29 %.

Entre 15 y 1.539 €: eso le cuesta a un vecino pagar la plantilla municipal

¿Cuánto le cuesta a un vecino pagar el sueldo de los empleados públicos de su ayuntamiento? La estadística de Hacienda, al cruzar los datos, permite responder el interrogante población a población. La cifra esconde trampas: el tamaño del municipio, su potencial de ingresos o su músculo turístico pueden distorsionar los datos. Aun con esas prevenciones, los resultados son interesantes de conocer. Los empleados más caros para sus vecinos son los de Bejís (423 habitantes), que cuestan 1.539 euros por vecino pese a que el municipio gasta el 28 % de ingresos en sueldos, menos que la media. Le pisa los talones el Castell de Guadalest (1.538 euros por habitante), Cofrentes (1.194 euros), Tollos (1.117 euros) y Castell de Cabres (1.115 euros, y eso que sólo gasta el 8 % de sus ingresos en sueldos públicos).

En los municipios de tamaño medio destaca Cullera, donde a cada vecino le cuesta 584 euros mantener a los empleados municipales; Benidorm tiene una media de 537 euros por habitante; y Benicàssim llega a los 510 euros por vecino. Hay 401 pueblos donde el coste del personal municipal está en la horquilla entre 200 y 500 euros por vecino.

Por la parte baja, la tabla vuelve a estar protagonizada por Villamalur, donde sólo cuesta 15 euros a cada vecino. Le sigue Albocàsser, con 1.500 habitantes, con 41 euros. De la provincia de Valencia, el más barato es Camporrobles, con 145 euros