La manifestación de un millón y medio de personas en Barcelona reclamando la independencia para Cataluña y la corriente recentralizadora que emana de diferentes ámbitos políticos y económicos de Madrid ha reabierto el debate sobre la organización territorial española.

En este contexto, el secretario general del PSPV, Ximo Puig, opinó ayer que «un Estado federal es más complejo, pero es el que mejor se adapta a la realidad de la sociedad española». El federalismo, dijo, «es el mejor camino para superar los problemas que en este momento presenta el Estado autonómico». En su opinión, el futuro pasa por una reforma constitucional y profundizar en el federalismo.

Puig se refirió así en Altea, en un coloquio sobre «Sistemas federales entre la integración europea y la crisis económica» organizado la Fundación Manuel Giménez Abad y la alemana Konrad Adenauer en Altea. Según opina el dirigente socialista, en el escenario que se ha abierto a partir del posicionamiento catalán, y los efectos que puede tener en el resto de España, «los valencianos tienen que tener voz propia». «No podemos volver a ser espectadores», apunta.

Según Puig, el ataque al Estado de las autonomías es ideológico, pues «ni la crisis, ni su intensidad, ni su duración están provocadas por el Estado de las autonomías». El caso de la Comunitat Valenciana es, a su juicio, «paradigmático». «Si somos la comunidad autónoma más endeudada y con una tasa de paro superior a la media es responsabilidad de los gestores de esta autonomía, y no del modelo de Estado», señala.

El exalcalde de Morella apuesta también por avanzar en la democratización del sistema, ampliando la participación de los ciudadanos en la elección de sus representantes. Y respecto al posicionamiento del Govern catalán, apuntó: «Queremos ser un pegamento, no diluir», dijo. Lo cierto es que las palabras del líder del PSPV provocaron una reacción airada del PP valenciano. Su secretario general, Serafín Castellano, recriminó a Puig en un un comunicado su «interés por defender las tesis de independentistas catalanes y plantear 17 miniestados que nada tienen que ver con el concepto de España que los ciudadanos han construido». Frente al federalismo que plantea Puig, Castellano defiende un Estado autonómico que «potencie una gran nación, como es España, desde el respeto a las señas de identidad y la idiosincrasia de cada territorio».

«Diecisiete metástasis»

También participaba ayer en el foro de Altea el vicepresidente del Parlamento Europeo Alejo Vidal-Quadras (PP), que cargó contra el modelo territorial español porque, en alusión a las autonomías, ha considerado que está formado por «diecisiete metástasis».

El político catalán advierte de que los sistemas federales presentan «defectos de la misma o superior magnitud que sus supuestas ventajas». «La combinación de una partitocracia voraz que se ha enroscado al cuerpo de la nación multiplicándose en diecisiete metástasis» ha llevado al fracaso del modelo autonómico español, diagnostica el parlamentario.

También señala como responsables de esta circunstancia «la agresividad contumaz y desleal de los nacionalistas identitarios catalanes y vascos, y la pusilanimidad, el oportunismo y la falta de visión histórica tanto del centro-derecha como del centro-izquierda español».