El desmantelamiento de RTVV conllevará un nuevo gasto extra para las maltrechas arcas del Consell. Al margen de las indemnizaciones millonarias que deberá afrontar la Generalitat para hacer frente a los 1.198 despidos, el Ejecutivo de Alberto Fabra se ha visto obligado a desembolsar también cerca de 600.000 euros para intentar recolocar a los empleados que se verán en la calle. No le queda otra. El Estatuto de los Trabajadores es muy claro: "La empresa que lleve a cabo un despido colectivo que afecte a más de cincuenta trabajadores deberá ofrecer a los trabajadores afectados un plan de recolocación externa a través de empresas de recolocación autorizadas".

El Consell ha sacado a concurso el contrato por 579.832 euros, IVA incluido, a razón de 484 euros por empleado despedido. En el pliego de condiciones, RTVV detalla que el plan tendrá una duración mínima de seis meses e incluirá sesiones de análisis, orientación profesional y formación a través de seminarios y talleres. Los trabajadores podrán acogerse a él de manera voluntaria y la primera actividad será una entrevista de al menos una hora. Gracias a ella, la empresa de recolocación podrá conocer de primera mano el perfil de la persona y sus posibilidades laborales, acompañarlos personalmente en su búsqueda de un trabajo y asesorarlos en la puesta en marcha de una empresa propia. "La pérdida de un empleo está considerada como una de las experiencias más impactantes para cualquier persona", comienza el plan de recolocación de los despedidos. Y no es sarcasmo.