El conseller de Gobernación, Serafín Castellano, coincidió con más de una treintena de empresario de toda España en una cacería de patos en la zona de las Lagunas de Ruidera, un parque natural situado entre Albacete y Ciudad Real. Vicente Huerta, propietario de la empresa valenciana Avialsa y que aparece en la imagen con el número dos del PP, explicó a Levante-EMV que se encontró "de casualidad" con Castellano en la jornada cinegética y que "sólo" habló "treinta segundos con él". Huerta aclaró que no le gusta cazar y que acudió al viaje con varios de sus trabajadores. "No sabíamos a quién nos íbamos a encontrar allí", puntualizó.

La jornada cinegética se celebró en el otoño de 2007 y corresponde a la apertura de la veda en la zona. Huerta comentó que fue el gerente de su empresa quien le propuso ir a cazar en las Lagunas y que le había dicho que era un acontecimiento que tenía mucho prestigio para los aficionados. "No conocía a nadie de la cacería. Allí había decenas de empresarios de toda España", explicó. Como es tradición, tras la jornada de caza, los escopeteros se reunieron alrededor de una buena comida. "No coincidimos ni en la misma mesa que Castellano", puntualizó. El propietario de Avialsa aseveró que acudieron a este paraje de los límites entres Albacete y Ciudad Real con su coche particular. Como fue el conseller, lo desconoce, añadió.

En el almuerzo había otros empresarios del país. Entre ellos, el socio alicantino del multimillonario Amancio Ortega, propietario de la multinacional Inditex. Un ejemplo del nivel adquisitivo de las personas que compartieron la jornada cinegética. El socio de Ortega, Huerta y otro emprendedor del Camp de Morvedre, fueron la única representación de la patronal valenciana en esa jornada. La política la ostentaba Serafín Castellano, que había sido recientemente nombrado conseller de Gobernación, tras arrasar el PP en las Elecciones Autonómicas meses antes.

La jornada cinegética en el coto privado cercano a las Lagunas de Ruidera es muy similar a las que se realizan en vedados valencianos o en Tarragona. Los escopeteros pagan por tirar desde una posta, lugar donde esperan el paso de las aves para disparar. Según la calidad de la parada, que se mide por el número de aves abatidas en años anteriores, se abona un precio u otro. Posteriormente, los cazadores se fotografían con los patos alcanzados, como hizo el conseller. La jornada finaliza con una copiosa comida, habitualmente con gastronomía de la zona. Los propietarios del vedado alquilan las armas si los aficionados no tienen permiso.

Vicente Huerta quiso manifestar que su amistad con Castellano no va más allá de su relación profesional, desde 2008 ha recibido 33 millones en contratos del departamento del número dos del PP. "Nos conocemos de haber coincido en el Puesto de Mando Avanzado (gabinete de crisis que se monta cerca de los siniestros) cuando hay un incendio", señala. Cabe recordar que Avialsa es la empresa que desde 1983 surte de aviones a la Generalitat en su lucha contra los fuegos. "Acudo a asesorar en este operativo porque son mis aviones los que están extinguiendo el fuego", matizó.

Avialsa, máxima especialización

El empresario de Sagunto consideró que ha ganado los sucesivos concursos para la extinción aérea de los incendios porque se ajustan al 100 % a los pliegos técnicos que facilita la Generalitat. "De la misma manera lo hacemos con los Gobiernos autonómicos de Andalucía, Cataluña, Italia, Portugal, e incluso Chile", defiende. En el caso del país latinoamericano busca la apertura de nuevos mercados para mantener el trabajo en el invierno europeo.

Sobre la posibilidad de haber recibido un mejor trato a la hora de cobrar el servicio, Huerta ironizó en que ese sería su "deseo". "Ya quisiéramos nosotros. Nos toca ir detrás de la administración como todos los contratistas. Sufrimos los mismos retrasos que los demás", afirmó.

El pliego de condiciones para la extinción aérea de incendios es de los más específicos de la Generalitat. De hecho, como explicó el empresario valenciano, cada avión que ponen al servicio de Gobernación cuesta "tres millones de dólares". "Tenemos una experiencia desde hace más de 40 años y nos gustaría seguir trabajando en la C. Valenciana. Damos empleo a más de 120 personas y nuestros pilotos son del territorio", recordó Huerta, segunda generación al frente de Avialsa.