Antes incluso de tener un reglamento de primarias, parece que la carrera por el cartel electoral de Esquerra Unida para las próximas autonómicas ya ha comenzado. Un día después de que la coordinadora general, Marga Sanz, anunciara su «disponibilidad» a repetir en la candidatura, su número dos y rival Ignacio Blanco, defendió que la suya no «es cuestión de personalismos como deslizó Sanz sino de perfiles políticos». Según Blanco, portavoz adjunto en las Corts que anunció en enero su intención de ser el candidato, «existe una voluntad de relevo generacional», de «conectar con la gente para convencer y no solo para los convencidos», dijo.

El diputado, que va a jugar la baza de la edad (tiene 39 años) aspira a «rejuvenecer y comarcalizar la candidatura con activos muy importantes que están en las instituciones y personas que aportan mucho», señaló. «La estabilidad interna no se pone en cuestión», añade Blanco, en referencia a las palabras de Marga Sanz, que apela «estabilidad» de su trabajo tras cinco años al frente del partido y el grupo. También desde el Partit Comunista, la minoría mayoritaria de EU a la que pertenece Sanz, su líder Javier Parra saluda el paso adelante de la coordinadora como «un acto de responsabilidad» por «la unidad del partido».