Con casco y bajo la supervisión de un sacerdote, decenas de jóvenes han comenzado a preparar la evangelización urbana en las poblaciones de la diócesis de Valencia.
La comisión diocesana para la Infancia y la Juventud del Arzobispado de Valencia ha iniciado las presentaciones a sacerdotes, religiosos, religiosas y jóvenes del proyecto misionero de nueva evangelización «Construir la Nueva Ciudad» impulsado por el arzobispo, monseñor Carlos Osoro y que se pondrá en marcha del 20 al 27 de julio, según explica la agencia del arzobispado Avan.
En los encuentros preparatorios, los organizadores reparten a los participantes cascos de obra de diferentes colores de forma simbólica, «haciendo referencia al título del proyecto: Construir la Nueva Ciudad» según el presidente de la comisión para la Infancia y la Juventud, Óscar Benavent.
Durante la semana del 20 al 27 de julio, grupos de entre 20 y 30 jóvenes «saldrán de su entorno habitual, acompañados por un sacerdote o el párroco, o por un religioso o religiosa, con el fin de realizar la misión que se les encomiende para llenar de la alegría del Evangelio su ciudad o pueblo asignado, con la presencia de Jesucristo», añadió Óscar Benavent.
Según expresó el arzobispo de Valencia, monseñor Carlos Osoro, el pasado mes de mayo en una carta, los jóvenes realizarán la misión «como los primeros discípulos, con lo puesto: sin alforja, sin bastón ni sandalias de repuesto, sin dinero, ya que deseo que esta experiencia sea pagada por el Señor». Además, cada día «rezarán, adorarán al Santísimo y participarán en la eucaristía».
La misión «Construir la Nueva Ciudad» comenzará el domingo 20 de julio con una eucaristía de envío, que presidirá monseñor Osoro en la Basílica de la Virgen a las 18.30 horas, tras la que los jóvenes partirán hacia los lugares de misión. Igualmente, el domingo 27 de julio la Basílica acogerá, a las 12.30 horas, una misa de conclusión de la misión.
Esta experiencia «responde a los retos marcados por el papa Francisco en la Exhortación Apostólica "Evangelii Gaudium" de anunciar sin descanso la alegría del evangelio y no dejarnos robar el entusiasmo misionero, la esperanza, la comunidad y la fuerza misionera, entre otros desafíos», precisó Benavent.
