Las despensas y neveras de las familias de la Comunitat Valenciana se han aligerado durante los últimos seis años. Aunque el gasto en alimentación es de los últimos que las familias deciden variar, el alcance de una recesión que dura ya siete años ha causado que los hogares hayan recortado su inversión en este tipo de productos básicos.

Así lo demuestran los datos de las diferentes ediciones de la Encuesta de Presupuestos Familiares (EPF) que cada año elabora el Instituto Nacional de Estadística (INE) con una muestra base de 24.000 casos representativos repartidos por todo el territorio nacional. Las familias de Castelló, Valencia y Alicante invirtieron 3.815 euros de media en alimentos y bebidas no alcohólicas durante 2013, 400 euros menos que los destinados hace seis años 4.272 euros.

Las cifras ofrecidas por los técnicos del INE avalan un descenso generalizado del gasto medio de los hogares valencianos: la pérdida de poder adquisitivo ocasionada entre otros factores por el aumento del paro y la disminución del sueldo medio ha castigado a las familias.

Cafés y aceites, al alza

Si profundizamos en la evolución de la cesta de la compra, los datos aportados por el INE dejan entrever que prácticamente desciende el desembolso en todo los tipos de alimentos, apuntando una tendencia bastante preocupante.

Sólo aumenta el gasto en café, té y cacao (36 %) y en aceites y grasas, que se triplica. A su vez, solamente se mantiene estable el consumo de hortalizas durante los últimos seis años.

Sin embargo, se trata de tres casos aislados en una generalizada tendencia a la baja. La radiografía de la despensa de los hogares valencianos confirma un descenso en la compra de productos esenciales para una dieta saludable como pan y cereales (-17 %), carne (-13 %), pescado (-8 %), leche, queso y huevos (-13 %), frutas (-12 %), azúcar, confituras, miel, chocolate, confitería y helados (-4 %) y aguas minerales, bebidas refrescantes y zumos (-15 %).

El informe del INE va más allá de los gastos relacionados con la alimentación, analizando otros grandes campos de inversión de los hogares. Los datos esbozan un escenario de recortes en casi todos los campos.

Así, se pasa de los 29.247 euros de desembolso total en 2008 cuando comenzaba a nombrarse la palabra crisis a los 24.640 euros registrados durante el año pasado. Los datos permiten constatar un descenso del 18 % en el dispendio global de los hogares valencianos, que equivale a un total de 4.607 euros menos en seis años.

Aunque la inversión es menor en la mayoría de grupos de gasto, los recortes sociales y el aumento de tarifas en servicios básicos causa un aumento en epígrafes como el recibo eléctrico, los gastos relacionados a la vivienda como el alquiler o el desembolso para actividades relacionadas con la formación de los hijos. Así, las familias valencianas destinaron 7.742 euros para servicios relacionados con la vivienda como la luz, el agua, el gas y otros consumibles, 40 euros más que en 2008. A pesar de haber racionado el consumo, el aumento de precios causa que el desembolso final sea haya variado al alza.

La inversión de las familias en servicios relacionados con la enseñanza también ha crecido durante los últimos seis años, pasando de los 245 euros de media de 2008 a los 320 euros del año pasado. Aunque las cifras son menores, el crecimiento de este capítulo en un contexto generalizado de recortes deja entrever que las familias se han visto obligadas a afrontar nuevos gastos mientras recortaban en aspectos básicos como la alimentación.

Por otra parte, los valencianos gastan menos en bebidas alcohólicas, tabaco y narcóticos (-13 %), comunicaciones (-15%), hoteles, cafés y restaurantes (-16 %), salud (-21 %), transportes (-26 %), artículos de vestir y calzado (-31 %) y en mobiliario y equipamiento del hogar (-36 %).