El incendio que el pasado domingo arrasó toda la zona comprendida entre el barranco de Aigualit y el pico de Penyalba en la Vall d'Uixó podría dejar al descubierto un auténtico arsenal de bombas, granadas o balas de la Guerra Civil, cuestión que podría ser más evidente si llegan lluvias torrenciales este otoño que sigan levantando el terreno, pues el barranco de Aigualit fue uno de los puntos clave de la contienda militar. Desde la Associació Les Muntanyes de la Guerra-Gebal (Grup d'Estudis de la Batalla de Llevant) se ha alertado de los posibles riesgos. Su presidente, Ernesto Zarzoso, aseguró que «ya en el incendio, según nos han confirmado, se oyeron algunas detonaciones seguramente provocadas por bombas o granadas».

En este sentido, Zarzoso alertó de la «necesidad» de que todos aquellos que transiten por la zona tengan especial cuidado. «La zona se ha convertido en un auténtico polvorín porque el fuego puede haber destapado lo que podría ser un arsenal sin estallar, además de trincheras o búnkers, con los peligros que su pone, pues fue escenario de una importantísima batalla», afirmó Zarzoso.

En ese sentido, recomendaron que «todo aquel que encuentre una bomba, una granada de mano o mortero, así como cualquier munición, que no la toque, que la señalice si puede y que inmediatamente llame a la Guardia Civil, Policía Local o al 112, porque podría explotarle». «No debemos olvidar que las bombas matan y que la curiosidad a veces nos hace llegar a extremos inseguros», insistieron.

La zona arrasada por el fuego vivió una de las batallas más cruentas de la Guerra Civil en julio de 1938. Zarzoso explicó que el 5 de julio de ese año las tropas franquistas accedieron al Puntal y cinco días después toman els Sants de la Pedra y Penyalba, zona actualmente arrasada por el fuego. Ese mismo día, el 10 de julio de 1938, la aviación franquista ya lanzó 34 toneladas de bombas sobre la zona, independientemente de lo que pudiera haberse disparado anteriormente. Un día después, el 11 de julio, tomaron la Penya Migdia y Sumet con el pertinente ataque republicano en la zona durante los días posteriores. En los combates del día 12 de julio los republicanos provocaron 237 bajas franquistas. Ese día se produjeron, según se ha contabilizado, un total de 6.000 disparos de artillería en la zona de Aigualit y Sants de la Pedra, cifra a la que hay que añadir diversos bombardeos aéreos.

Tras 31 horas de combate cuerpo a cuerpo con el material que no se contabilizó, las líneas quedarían inmóviles hasta el final de la contienda. El 13 de julio con el último intento republicano por recuperar la Penya Migdia se utilizaron más de 5.000 proyectiles de todos los calibres. Ante estos datos, según Zarzoso, «solo con lo que tenemos contabilizado podemos ver que la cantidad de material explosivo que se utilizó desde Sumet hasta Penyalba y Sants de la Pedra es especialmente abundante».

«Ante la elevada cifra, quedan restos latentes escondidos en algunos puntos de la zona que podrían ser peligrosos», indicó Zarzoso, que añadió que «queremos dar los datos para que la gente sepa qué pasó y qué puede haber debajo en un suelo ahora afectado por el incendio o que tal vez salga a la luz en un futuro por las lluvias, pues mucho de este material podría no haber llegado a explotar».

Por ello pidieron «prudencia, señalización y aviso urgente a los especialistas», además de recomendar a quien encuentre un artefacto que «bajo ningún concepto lo toque, porque podría explotar».