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Un hospital vacío en Madrid, una habitación en Valencia

El religioso está estable y sin hemorragias, mientras que los análisis confirman que la monja no tiene ébola

Un hospital vacío en Madrid, una habitación en Valencia

El sacerdote Miguel Pajares, el primer español contagiado de ébola, fue ingresado ayer en el hospital Carlos III de Madrid, un centro que atiende en exclusiva al religioso tras el traslado el miércoles a otro centro de los 30 pacientes que albergaba. Pajares se encuentra en situación estable sin hemorragias.

Los análisis realizados a la monja española de origen guineano repatriada con Pajares desde Liberia, Juliana Bohi, confirman que no está infectada, aunque seguirá en régimen de aislamiento en una de las tres habitaciones habilitadas en el Carlos III. Los religiosos, tras aterrizar en Madrid, fueron trasladados al hospital en un gran dispositivo de seguridad formado por vehículos de la policía y la Guardia Civil, así como tres ambulancias equipadas con medios de aislamiento biológicos. Todo el personal sanitario iba protegido con trajes especiales y mascarillas.

Mientras en Madrid se ha cerrado un hospital entero, en La Fe de Valencia, único centro médico que hasta ahora había activado en España el protocolo ante el ébola ante un posible caso de contagio que luego fue descartado, sólo fue necesaria una habitación. En esta unidad de aislamiento de La Fe, con apertura de código numérico para evitar que nadie entrara por error, los únicos que pueden acceder son el personal sanitario equipado con guantes dobles, mascarilla y gafas.

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