El primer gran movimiento de Enric Morera después de que hace unos meses su colega en Compromís, Mònica Oltra, anunciara su intención de disputarle la candidatura a la Generalitat, ha generado desconcierto y adhesiones a partes iguales. El líder del Bloc y portavoz de Compromís se desmarcó el sábado con un artículo en Levante-EMV llamando a Compromís a un acuerdo con otras fuerzas, en referencia velada a Podemos, el objeto de deseo a la izquierda del PSOE.

La apelación al partido de Pablo Iglesias, un neonato en Valencia, supone lanzarse a por un nicho de votos de alcance desconocido a pocos días del 9 d'Octubre, punto de inflexión en el año electoral. Y al mismo tiempo, en clave interna, implica sobrevolar y dejar atrás el conflicto en que había encallado el debate del reglamento de primarias dentro de Compromís: las cuotas para reservar puestos en la lista a los diferentes socios de la coalición. Morera pretende con su reflexión ir más allá y constituir una plataforma donde los candidatos se elegirían sin cuotas. Problema solucionado.

El artículo de Morera tomó por sorpresa a buena parte de la coalición, sobre todo fuera del Bloc. Mònica Oltra, líder de Iniciativa del Poble Valencià, partido socio del Bloc y que defiende las cuotas, no quiso quedarse atrás y apenas dejó tiempo para que cundiera el desconcierto. «Nuestra Mesa Nacional ha querido mostrar su apoyo a una noticia tan importante. Recogemos la propuesta de Enric [Morera]», trasladó la coportavoz de Compromís a preguntas de este diario.

Iniciativa, precisamente, tenía ayer reunión de la Mesa Nacional, máximo órgano entre congresos, y recogió el guante con una resolución animando al diálogo «con otras formaciones para conformar una opción ganadora que acabe con el bipartidismo». Esto es, una llamada a sentarse con Podemos «tanto en el ámbito autonómico como en el municipal».

«Iniciativa entiende que hay que unir potenciales, experiencias y maneras de hacer con otras formaciones para conformar una opción rompedora que realmente combata la situación de ruina económica y social que está sufriendo el País Valenciano», incluye el texto. Oltra insistió en la «armonía» y «sintonía» con su compañero Morera.

La idea, de hecho, no es del todo novedosa. Hace unas semanas la propia Oltra ya abrió este melón proponiendo candidaturas conjuntas de izquierda en los municipos como mecanismo para sortear la reforma electoral que estudiaba imponer el PP.

De cuajar este escenario, Compromís se evitaría asistir a su gran pesadilla: tener que competir con la mediática marca de Pablo Iglesias, con la que comparte discurso, modos y mercado electoral. Mònica Oltra con la bandera de Podemos para crear una fuerza mayoritaria.

Con todo, la puesta en práctica de la reflexión política de Morera se antoja llena de aristas. En primer lugar, por la incierta respuesta de Podemos. El partido sigue con su proceso de puesta en funcionamiento y no tiene previsto tomar decisiones inmediatas respecto a futuros pactos preelectorales. De hecho, hace unos días Podemos se desmarcó de la iniciativa «Guanyem Valencia», otra propuesta asamblearia a imagen de la puesta en marcha en Barcelona y otras ciudades. No es que rechace sumarse, pero sigue sus propios tiempos.

Por otro lado, el hipotético escenario Compromís-Podemos podría chocar con resistencias internas en la coalición de izquierdas y nacionalista. Desde el Bloc son absolutamente partidarios de eliminar cualquier cuota para la elección de candidatos, pero los partidos minoritarios de Compromís, como Iniciativa, insisten en sus bondades: «Las cuotas también son democracia. Creo en la democracia que no excluya a nadie, ni siquiera al minoritario y eso no es pactar entre cúpulas sino democracia inclusiva», apuntó Oltra.