La petición de una comisión de investigación sobre «posibles irregularidades» en la custodia de los archivos históricos de RTVV, rechazada por el PP, desembocó ayer en las Corts en un espectáculo parlamentario, con intercambio de insultos entre diputados populares y del PSPV. El socialista Josep Moreno, que denunció que en este archivo «se amontonan» sin supervisión cualificada «las pruebas del crimen» de RTVV, cometido hace ahora un año «por el gobierno más corrupto y totalitario», llamó «sinvergüenzas» y «banda» a los diputados del PP, y elevó la tensión al desplegar una ristra con las fotografías de los 26 diputados populares que esta legislatura han dejado el escaño «imputados por corrupción o porque les da vergüenza».

En ese momento, varios parlamentarios populares „entre ellos Maite Parra, Antonio Lorenzo o Manuel Martín, comenzaron a interpelarlo a gritos. «¡Payaso, más que payaso!», le chillaban, mientras algunos diputados socialistas aplaudían a Moreno y otros dejaban entrever su desagrado por la puesta en escena. La acción se vio alterada porque el tifo de imputados y dimitidos se rompió en plena refriega, justamente entre Sonia Castedo y Milagrosa Martínez, y Moreno abandonó la tribuna para recoger la tira de papel y regresar a la tribuna.

Antes, Moreno había aseverado que es «incontestable» que el Consell cerró TVV «porque una banda de delincuentes vinculada al PP la saqueó» y, después de que la popular Sagrario Sánchez le soltara que, tras su reciente paternidad, esperaba que se hubiera «moderado», le endosó: «Mi hijo ha ido más a las Corts que algunos de los sinvergüenzas que tienen ahí sentados, solo para que entienda desde pequeño que cuando a uno le pagan por una responsabilidad debe cumplirla, lo que no hace el sinvergüenza de Francisco Camps». Sánchez lo acusó de intentar «penetrar» en RTVV y Moreno le replicó que sí, que él es «más de penetrar» y el PP, de «perpetrar delitos».

Tras su intervención, el presidente, Alejandro Font de Mora, le pidió que retirara lo de «sinvergüenzas» pero el socialista se negó alegando que, según el diccionario, significa que no tienen vergüenza. Además, para él «payaso no es un insulto», dijo. El popular Alfredo Castelló protestó por la «'performance' lamentable», y afirmó que «no ofende quien quiere, sino quien puede» y Sánchez renunció a la réplica «para no ponerse al mismo nivel» que Moreno. La bronca dejó heridas en ambos bandos: Enfado en el PP porque Font de Mora había pactado con Moreno que lo dejaría hablar, mientras en el PSPV varios parlamentarios lamentaban el «exceso».