La consellera de Infraestructuras, Isabel Bonig, evitó ayer asumir como propia la gestión del accidente del metro que capitanearon el ex presidente Francisco Camps y el conseller de Infraestructuras, José Ramón García Antón. La pregunta era sencilla. «¿Asume o no asume la gestión que hicieron sus antecesores sobre el accidente del metro?», se le preguntó a la consellera en una rueda de prensa para presentar una aplicación móvil para los usuarios del transporte público en la ciudad de Valencia.

Pero la consellera eludió responder directamente a la cuestión y se enrocó en que ella «no estaba» cuando se produjo el accidente en el que murieron 43 usuarios de Metrovalencia, aunque defendió que se actuó «de forma correcta, se entregó toda la documentación y hubo tres archivos judiciales de la investigación». Al ser preguntada por las omisiones de información en el escrito que han dirigido al Comité de Peticiones del Parlamento Europeo y en la documentación que ocultaron a la comisión de investigación de las Corts y al juzgado, Bonig volvió a cerrarse en banda y defendió que «hemos aportado toda la documentación antes y ahora. Quien archivó la causa fue el juzgado y la Audiencia de Valencia, en tres ocasiones. Ahora se ha reabierto la causa y estamos aportando toda la documentación».

La consellera no quiso reconocer, en ningún momento, la ocultación al juzgado, al perito judicial y a las Corts de los tres descarrilamientos previos de uno de los trenes implicados en el accidente, el informe de un directivo de FGV en el que se admitía el mal estado de las unidades o el informe de H&M Sanchis, en el que se amañaban las respuestas de la comisión de investigación de las Corts. «Los comparecientes acudieron voluntariamente y se facilitó toda la información que se solicitó, lo que no se dió es porque no se reclamó», respondió Bonig, aunque obvió el argumento de que no se puede reclamar un documento que no se sabe que existe (como el del mal estado de los trenes, descubierto por casualidad por la diputada Mónica Oltra al revisar un expediente de FGV, o el de H&M Sanchis, que reveló un trabajador adoctrinado). Sobre la censura que sufrieron las víctimas del metro durante años en Canal 9 Bonig volvió a remontarse a las «30 horas de emisión» sobre el accidente en los días posteriores al siniestro «en las que salió la asociación de víctimas (que aún no se había creado, ya que se constituyó en octubre de 2006) y la oposición».