Mientras el Ministerio de Fomento se piensa qué hacer con la red arterial ferroviaria de Valencia, una solución técnica que impuso el propio ministerio en 2003, pero que ahora ve excesivamente cara, al dispararse de los 804,5 millones de 2003 hasta los 2.633,6 (en la última estimación realizada en 2013, por Adif). Así que, por el momento, debe conformarse con la construcción del 40 % del jardín previsto, unos 110.000 metros cuadrados, en la zona más próxima a Russafa, que no está afectada por las obras ferroviarias pendientes y aplazadas hasta nueva orden por el Ministerio de Fomento (el túnel pasante, el canal de acceso y la Estación Central). l. b. valencia