El mundo de las fallas se conmocionó ayer por el fallecimiento de uno de los miembros más veteranos de la historia de la Junta Central Fallera: Miguel Gil Garnés, quien ejercía hasta ahora como tesorero del máximo organismo fallero tras pertenecer al mismo durante 26 años. Miguel Gil, que era fallero de Císcar-Burriana, también fue promocionado a vicepresidente en el año 2003, cuando, durante el último ejercicio de mandato de Alfonso Grau, el nuevo reglamento fallero incorporó la figura del «vicepresidente quinto», que le fue adjudicada pasando a compaginar el trabajo en el área económica con la de protocolo.

Al año siguiente, Félix Crespo remodeló casi totalmente la directiva y Miguel Gil volvió a la tesorería exclusivamente, aunque una de las vicepresidencias fue a parar a su yerno, José Javier Sáez.

Además del más de un cuarto de siglo en la JCF, también fue presidente de su comisión, así como un miembro muy conocido de la asociación Amics del Corpus. En los últimos años también había intervenido activamente en la consolidación de la Federación de Fallas de Primera A y en las pasadas fiestas recibió el premio Barca d'Or que concede la comisión de Barraca-Columbretes a aquellos personajes que han destacado por su aportación a la fiesta fallera. Vivía por y para la fiesta, por lo que era un personaje reconocido y respetado en el mundo de las comisiones. La noticia de su fallecimiento, ayer, causó pues un profundo dolor. Hoy a las 16.15 horas tendrá lugar la misa funeral y a las 17 horas se procederá a su posterior incineración.