Entre las funciones que el Reglamento de festejos taurinos tradicionales en la Comunitat Valenciana atribuye al director del festejo —aparte de recabar la numerosa documentación preceptiva— figuran aspectos sensibles como la obligación de «suspender o prohibir la celebración del festejo» cuando concurran las causas previstas a tal efecto; exigir el cumplimiento del reglamento y proponer la incoación de expedientes sancionadores por las infracciones que cometan los participantes; o dar por concluido el festejo de bous al carrer «cuando existan evidentes muestras de agotamiento de las reses o se detecten lesiones que mermen sus facultades físicas para el normal desarrollo del festejo».
La Generalitat anuncia que va a «ampliar la formación» para que haya personal cada vez más preparado en los ayuntamientos.
Cabe recordar que los policías locales protestaban por hacerse cargo de una responsabilidad para la que consideran que no están preparados por los conocimientos requeridos en materia de veterinaria y salud pública. Tampoco querían verse expuestos a reclamaciones en caso de accidentes de gravedad con heridos o personas fallecidas en el festejo.
