La imagen de un agente turco recuperando el cadáver de un niño ahogado que pretendía alcanzar la costa griega desde turquía ha removido las conciencias. La guerra de cifras de refugiados procedentes de países en conflicto o donde se cometen violaciones de los derechos humanos se reflejaron ayer en el rostro de un niño muerto de 2 años. Por ello, ayer, mientras los medios de comunicación relataban la historia de este menor y de su familia refugiada, el periplo vivido y el fatal desenlace, las centralitas de los ayuntamiento y de las ONG se colapsaban. La sociedad civil reaccionó y los vecinos contactaron con los ayuntamiento, con los propios concejales, con los servicios de atención al ciudadano y con las ONG que trabajan con refugiados para ofrecer sus propios recursos.

Habitaciones, pisos vacíos, ropa, comida, calzado, productos de aseo, dinero... Los valencianos se han puesto al servicio de las Administraciones para ofrecer lo que tienen. Lo han hecho por teléfono, por las web oficiales y por las cuentas privadas de concejales y funcionarios en las redes sociales. La sociedad civil quiere ayudar y el Ayuntamiento de Valencia trabaja ahora en realizar un registro común que unifique las ofertas que llegan al ayuntamiento y las que reciben las diferentes ONG. La previsión es que el registro común esté en marcha la próxima semana para poder ayudar a los miles de desplazados que huyen de países como Siria, Eritrea o Afganistán porque su vida corre serio peligro a causa de conflictos armados muy violentos.

El caso más grave es el de Siria; un tercio de los hombres, mujeres y niños que llegan por mar a Italia y Grecia proceden de este país del que han tenido que huir más de 4 millones de personas. «En el camino de huida la pérdida de vidas es dramática. Datos oficiales arrojan la cifra de 3.500 muertes en 2014 y casi 2.000 en lo que llevamos de año. Eso sin contar aquellas que, debido a las circunstancias en las que se producen, no son recogidas por las estadísticas. Se están perdiendo miles de vidas ante una Europa que mira para otro lado sin que sea capaz de proteger a las personas migrantes, refugiadas y solicitantes de asilo. Una Europa que está incumpliendo sistemáticamente los convenios internacionales asumidos en esta materia y que se aleja cada vez más de sus valores fundacionales», aseguraron ayer desde la Coordinadora Valenciana de ONG.