Desde hace unos días está en vigor la última reforma de la ley del aborto que obliga a las menores de 16 y 17 años a tener el consentimiento paterno para poder realizar la interrupción voluntaria del embarazo. Sin embargo, las estadísticas señalan que, con la ley de 2010 del Gobierno de Zapatero, no se ha producido un incremento en las interrupciones, como presagiaban algunos sectores. Más bien al contrario: se han mantenido estables o incluso se han reducido.
Según los datos del Ministerio de Sanidad (los más actuales son todavía de 2013), la tasa de aborto por cada mil mujeres se encuentra en la C. Valenciana (9,58) considerablemente por debajo de la media española (11,74).
En el caso valenciano se mantiene estable respecto al año anterior (apenas ha subido una décima), y en los últimos años ha bajado paulatinamente desde el pico de 2008, cuando estaba en el 10,75. Andalucía, Cataluña, Madrid, Murcia, Asturias, Baleares, Cantabria y Canarias se encuentran muy por encima de las valencianas en número de interrupciones.
En cuanto a la franja de edad más sensible, las menores de 20 años, tampoco hay diferencia. En los últimos años, con la ley socialista, no se ha producido un repunte de intervenciones frente a las voces que advertían que se facilitaba abortar. Es más, ha bajado. Desde 2011 hasta 2013, el número de abortos en menores de 20 años ha sido de 14.586, 13.658 y 12.771, respectivamente.
Lo mismo ha ocurrido en la C. Valenciana: el año 2010 se produjo un máximo de 1.509 interrupciones hasta los 19 años. Desde entonces, una bajada continuada hasta los 1.225 del año 2013. Entre las jóvenes de 16 años se mantiene prácticamente estable.
En cuanto al perfil de la valenciana que aborta, en el 94% de los casos se produce a petición de la mujer. En menor medido, por riesgo de salud para la madre o por anomalías del feto. El grueso de las interrupciones se produce entre los 25 y los 34 años. En total, hubo 9.365 interrupciones voluntarias del embarazo.
Respecto a los niveles de estudio sí se observa cierta tendencia. El grupo con estudios superiores genera el menor número de intervenciones (1.319), frente a las que tiene Bachillerato (2.568), la formación obligatoria (3.203) o únicamente primaria (1.959). También existe determinado grado de reincidencia. Aunque en 2013 la mayoría de las que abortaron lo hacían por primera vez (66%), el resto había recurrido a la interrupción voluntaria en una (23%) o más ocasiones.
