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Informe

La costa retrocederá hasta 164 metros por el cambio climático

Un informe solicitado por el Gobierno propone actuaciones que suponen la construcción de más de seis kilómetros de diques y escolleras y la movilización o el vertido de 15 millones de metros cúbicos de grava y arena

Una imagen de la playa del Perelló.

La línea de costa en la Comunitat Valenciana habrá retrocedido entre 14 y 50 metros en el año 2050 y de 40 a 164 metros en 2100 como consecuencia del aumento del nivel del mar provocado por el cambio climático, el descenso en los aportes de sedimentos fluviales y la impactante intervención humana interceptando el flujo de estos materiales mediante diques y escolleras, en especial al sur de los puertos de Castelló y Valencia.

La dirección general de Sostenibilidad de la Costa y del Mar, del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, ha recibido un informe técnico elaborado por el Cedex (Centro de Estudios y Experimentación de Obras Públicas) en el que se recoge todo el conocimiento científico existente sobre el litoral valenciano, que incluye una radiografía de su situación actual, las causas de su regresión y las distintas propuestas de actuación realizadas hasta ahora, a los que se han unido las previsiones de aumento del nivel del mar como consecuencia del cambio climático.

Los resultados de la no intervención serían demoledores, por lo que el estudio, que se presenta como una «estrategia de actuación», identifica también las acciones que son necesarias para evitar la catástrofe ambiental y económica que representarían los retrocesos identificados, las distribuye tramo a tramo y las diferencia entre las de prioridad alta, media y aquellas que podrían ayudar a consolidar las intervenciones anteriores y que pueden esperar algún tiempo a ser ejecutadas.

Las actuaciones propuestas por el prestigioso organismo supondrían la construcción de más de seis kilómetros de nuevos diques y escolleras y el vertido y/o la movilización de 15 millones de metros cúbicos de grava y arena que en los casos de primer establecimiento (recuperación de playas ya perdidas) habría reponer cada año en un porcentaje próximo al 4% para asegurar su correcto funcionamiento.

El informe no hace una valoración económica de las actuaciones propuestas, pendientes de proyectos específicos, aunque en cualquier caso requerirías inversiones anuales muy por encima de las cantidades que el Gobierno destina a la intervención en el litoral.

En estado «lamentable»

Según «la estrategia de actuación» elaborada para los tramos comprendidos entre el Puerto de Castelló y el de Sagunt y los puertos de Valencia y Denia, que el Cedex presenta en dos informes diferenciados, la mayor parte del litoral valenciano sufre un notable desequilibrio.

De norte a sur, el informe destaca los intereses turísticos y agrícolas que habría que preservar y que quedarían notablemente dañados sin una actuación coherente y coordinada en todo el tramo comprendido entre los puertos de Castelló y Sagunt.

Es al sur del puerto de Borriana donde se ha producido la erosión más intensa en las últimas décadas, provocando la desaparición de la carretera costera.

Es aquí también donde se producirían los retrocesos máximos del litoral. El deterioro de este tramo de costa, unido al aumento esperado del nivel de mar -el informe utiliza los últimos datos presentados en el Quinto Informe de Evaluación del Panel Intergubernamental para el Cambio Climático- puede hacer que la costa retroceda en Nules 58 metros antes del año 2050 y 164 metros en 2100.

También la Albufera y su restinga estaría amenazada con retrocesos de 59 metros en el Saler esperados para 2100 si antes no hay una intervención decidida. Idénticos problemas detecta el informe al sur del Estany de Cullera, un litoral al que el redactor del trabajo realizado por el Cedex, abandonando por un momento el lenguaje aséptico de los informes, atribuye una situación «lamentable».

Los puertos están en el origen de la erosión detectada

En un lenguaje matizado, ajustado a este tipo de informes, el Cedex confirma el papel negativo de los puertos de Castelló, Borriana, Gandia y, muy especialmente el de Valencia, como los responsables de los graves desequilibrios que se producen al sur de estas instalaciones al cortar radicalmente el flujo de sedimentos. Existen también atribuciones de responsabilidad, siempre muy matizadas, a diques y espigones mal diseñados destinados a solucionar problemas que han agravado.

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