Los populares valencianos están convencidos de que la mejor forma de recuperar el terreno electoral perdido en las autonómicas del 24M es con una suerte de vuelta a los orígenes. Regresar a ese momento en el que, tras fagocitar a Unión Valenciana, el PPCV se presentaba como el único portavoz legítimo del valencianismo del centro-derecha. Ciudadanos es un duro competidor del PP, pero el partido que lidera Albert Rivera tiene su talón de Aquiles en el discurso más pegado a la 'terreta'. Y es ahí donde los populares de Isabel Bonig buscan el caladero de votos perfecto para un digno resultado electoral que contribuya a que Rajoy siga en la Moncloa. El punto de referencia son los 680.000 votos obtenidos en las autonómicas y el objetivo mejorarlos en al menos 100.000 votos. Retener siete diputados por Valencia sería un éxito.
El presidente del PP de la provincia de Valencia, Vicente Betoret, dejó claro ayer en un encuentro con los periodistas por donde irán los tiros de la campaña electoral. Betoret, que compareció junto a los cabezas de lista por el Congreso y el Senado, Elena Bastidas y Pedro Agramunt, respectivamente, aseguró que el PPCV huirá de los fastos y los actos espectaculares para centrarse en aquellos encuentros y lugares que «hablen de lo valenciano» y de las señas de identidad. Betoret confesó que el partido había explorado la posibilidad de que el acto previsto el sábado en el cap i y casal para que Rajoy presente el programa electoral tuviera lugar en el Trinquet de Pelayo, por ser un sitio «céntrico y significativo».
El Trinquet de Pelayo se ha descartado por problemas de aforo y sonoridad. La iniciativa frustrada del PP se produce después de que en la última final individual de «escala i corda» disputada en Pelayo, Ximo Puig se convirtiera en el primer presidente autonómico en sentarse en la «escala» del trinquet como un aficionado raso más, renunciando así al palco de autoridades y recibiendo un amplio aplauso.
«Estamos buscando ubicaciones alternativas», precisó el dirigente provincial para un acto «no muy grande», con entre 300 y 400. El PPCV preparará una movilización mayor para el mitin central de campaña en el que esperan también contar con Rajoy. Tampoco hay sitio cerrado, pero está descarta la plaza de Toros. La organización trabaja con la idea de celebrar este mitin en una polideportivo cerrado. Podría ser el velódromo Luis Puig.
La estrategia del valencianismo en oposición al centralismo de Ciudadanos se vio clara también en la intervención de Bastidas, quien proclamó que «ningún valenciano que ame lo valenciano» puede votar a una formación como Ciudadanos que no reconoce «la injusticia histórica» de la infrafinanciación. Bastidas se refirió así la entrevista de Rivera publicada por Levante-EMV en la que aseguró que la C. Valenciana no era la comunidad peor financiada. Frente a esta postura, la candidata del PP mantuvo que lo primero que le recordará a Rajoy tras las elecciones es que debe abordar la reforma de la financiación. Betoret avisó de que con las ya frecuentes visitas a Valencia de Rajoy, el presidente del Gobierno adquiere un mayor compromiso con esta tierra.
Agramunt, por su parte, tiró de argumentario y echó la culpa a Zapatero del maltrato financiero. Fue de los tres quien más reivindicó la figura y la gestión de Rajoy que «no es el candidato más guapo», pero sí «el más serio y responsable».
