Y se hizo la luz. Tras cuatro años de apagón, la CV-35 vuelve a contar con iluminación desde Burjassot hasta Losa del Obispo, tramo que permanecía a oscuras desde que en 2012 el anterior Consell dejara de pagar a la empresa concesionaria de la autovía las distintas cuotas, según informaron ayer a Levante-EMV fuentes de la actual conselleria de Vivienda, Obras Públicas y Vertebración del Territorio.

«En el año 2012, alegando cuestiones de austeridad, el anterior Consell procedió a un apagado parcial de la iluminación de las vías de la Generalitat que consistía en quitarle potencia al alumbrado pero manteniéndolo siempre en los puntos conflictivos: rotondas, accesos municipios, etc», cuentan desde la conselleria. Sin embargo, en el caso de la Pista de Ademúz, los motivos de este corte «nada tuvieron que ver con el supuesto plan de austeridad, sino que se debían a la paralización de las obligaciones del contratista debido a que la administración no estaba al corriente de los pagos», detallaron las mismas fuentes.

Además, en este caso el apagado fue total. Exceptuando el acceso a Valencia —en la zona del Palacio de Congresos— y el Bypass por exigencia de los técnicos de la conselleria, el resto de tramo de la autovía de Llíria permanecía a oscuras.

Ahora, la conselleria que dirige MªJosé Salvador ha reanudado las negociaciones con Sacyr, la firma concesionaria de la autovía. «Actualmente se está recuperando la iluminación porque la conselleria se ha puesto al día en los pagos», confirmaron las mismas fuentes, que no pudieron concretar la cantidad exacta que se le ha abonado a la empresa para reanudar el servicio.

«Han pasado cuatro años, puede que se necesite realizar alguna reparación que ralentice la puesta en marcha de todo el alumbrado», apostillaron desde Vivienda. Estas semanas se ha podido ver a distintos operarios trabajando en la reposición de algunas bombillas entre el tramo del Liceo Francés hasta San Antonio de Benagéber.

«Riesgo para la seguridad»

Durante el periodo en que han permanecido a oscuras los cerca de 50 kilómetros entre Burjassot y Losa del Obispo, se ha producido una situación de «riesgo para la seguridad», según la conselleria. «La decisión fue un acuerdo de la anterior consellera, Isabel Bonig, con la empresa concesionaria, que debido a su mala gestión afectó a numerosos conductores», apuntaron las fuentes. «En vías como la CV-35 la iluminación es un elemento clave para la seguridad vial», recalcaron.

Localidades como l'Eliana habían reclamado en varias ocasiones el restablecimiento de la iluminación precisamente por motivos de seguridad. Ahora, la rotonda de entrada al municipio volverá a tener luz.