Una dura crítica a la situación que viven los científicos e investigadores de España ha sido el tema del primer examen de la Selectividad del curso 2015-2016. La convocatoria ordinaria de las Pruebas de Acceso a la Universidad (PAU) empezó ayer en la Comunitat Valenciana. Se presentaron 19.942 estudiantes en las sedes e instalaciones de las cinco universidades públicas valencianas.

Con mucho nerviosismo, como es habitual, los estudiantes encaraban el primer examen de los tres días, sobre las 9 horas de la mañana. Según contaban algunos a Levante-EMV, la de castellano era una de las pruebas más temidas. Antes de acceder a las aulas, pocos estaban en silencio. La mayoría hablaban y repasaban, y algunos se abrazaban o hacían «selfies» para inmortalizar un momento que saben que les va a «marcar para toda la vida», explicaba David Jiménez, del IES Baleares de Valencia.

«Estamos muy nerviosas, nos hemos estado preparando durantes dos años enteros y ahora te lo juegas casi todo...», comentaban Esther, Felisa, Juliana y Mar, del IES Malilla. «Creo que sí estamos preparados, pero los nervios nos pueden jugar una mala pasada en cualquier momento», era una de las cosas que más temían las jóvenes, que añadían que aunque habían estudiado mucho, «siempre piensas que puedes hacerlo mejor y estudiar más».

En castellano tuvieron que analizar un artículo de opinión de Rosario G. Gómez, titulado «España no cuida a sus científicos» en el que se critica la precariedad laboral y las pocas oportunidades que tienen los investigadores, que en algunos casos se ven obligados al «exilio», asegura la autora. «Precariedad, inestabilidad y austeridad definen el estado de la ciencia en España», apunta. En el texto, Rosario G. Gómez también habla de «contratos eventuales y mal pagados» y «recorte de becas»; y recuerda algunas polémicas declaraciones del ex ministro de Educación, Ignacio Wert. «La fuga de cerebros no es una leyenda urbana», asegura, y alerta de que el problema de los «migrantes de bata blanca» es «no saber cómo recuperarlos y dejar escapar irremediablemente su talento». Un Selectivo, tal como lo conocemos, que se despide de forma reivindicativa, ya que el año que viene habrá un examen final de Bachillerato, del que se desconocen detalles.

«Luces de Bohemia, seguro» decían los alumnos del IES Baleares, y así fue. Valle-Inclán y el esperpento protagonizaban la primera opción de la parte de Literatura, y la poesía de Miguel Hernández, la segunda. Ambos autores ya aparecieron en el Selectivo del curso pasado. Un examen «correcto» y «dentro de lo que se esperaba» que hace que las PAU empiecen bien, como apuntaba Jesús Sáenz, uno de los miembros del tribunal, que tendrá que corregir unos 180 exámenes de Castellano.

Antes de empezar la prueba, Eva Carolina del IES Misericordia 26 se mostraba preocupada porque nunca le daba tiempo a acabar el examen. Al salir, estaba contenta y aliviada: esta vez lo había conseguido. Su compañera, Tatiana, apuntaba que para hacer bien Selectividad «no es solo estudiar, hay que saber redactar, porque si no escribes bien, aunque te sepas los conceptos, no te vale».

El segundo examen de la jornada fue el de Historia de España o Historia de la Filosofía. Para aprobarlos, debían conocer qué ocurrió a mediados del siglo XIX, sobre todo las desamortizaciones de Madoz y Mendizábal; o la crisis de 1917 que puso en jaque la Restauración, en caso de decantarse por la segunda opción. En este Historia, las «apuestas» no acertaron, ya que muchos jóvenes se esperaban la Segunda República -por el aniversario- o la Guerra Civil. En Filosofía pudieron elegir entre Platón y Aristóteles o Nietzsche y Kant, habituales en las PAU.

Principales preocupaciones

Regina Colomer, profesora de lengua del Colegio Aula, 3 explicaba que la mayoría de sus alumnos, que se examinan en la Universitat Politècnica de València, estaban bien. «Unos nerviosos, otros no se lo creen... estaban animados y un poco más tranquilos que yo, que sufro por ellos», reconocía. Los nervios, alguna pregunta inesperada, o la falta de tiempo, eran las mayores preocupaciones de los candidatos, que temían que algunos de estos factores que no dependen de ellos, les afectara, pero la profesora confiaba en que lo iban a hacer bien.

Los últimos consejos, según Colomer, «que se tranquilicen, que todo lo que tienen que saberse ya se lo saben y ¡cuidado con las faltas ortográficas!». Un profesor del IES Camp de Morvedre del Puerto de Sagunto reñía a sus alumnos por estar repasando fechas y nombres en el descanso.

Llorar, irse de fiesta, dormir, broncearse en la playa... o simplemente, tomar el aire, son algunos de los planes que tienen los jóvenes y que podrán llevar a cabo a partir del jueves cuando se hayan quitado de encima este peso «superestresante», como lo calificaron.