El cardenal arzobispo aseguró ayer en un comunicado que ha conocido «de manera directa la opresión que sufren las mujeres y las graves las injusticias ante la desigualdad» a través de su labor en la Iglesia. Según aseguró, es una labor que «como hombre de la Iglesia» lleva a cabo desde «la sencillez», por lo que «no presume de ello».

Aseveró también que «visitar a esas mujeres, interesarse profundamente para junto a ellas buscar soluciones y mantener un apoyo constante», forma parte de su «día a día». «Esa labor es silenciosa, pero es una revolución imparable por el cambio social», manifestó en la nota.

El cardenal se cuestionaba «cómo no luchar con ellas, más aún, junto a ellas, porque sufren la desigualdad social y laboral y son víctimas de todo tipo de violencia, ante una sociedad injusta»; y asegura que no ser refirió a la igualdad de género como «amenaza». Desde el Arzobispado de Valencia recalcaban que Antonio Cañizares «siempre ha defendido la igualdad entre hombres y mujeres, defendiendo con hechos sus derechos sociales y laborales, y luchando en especial contra toda violencia de la que las mujeres son víctimas. Es un tema de máxima sensibilidad», aseguraron.