A pesar de la polvareda, la exalcaldesa de Valencia Rita Barberá será una más en el grupo mixto del Senado, sin diferencias con el resto de miembros, ni en salarios ni en atribuciones. Así quedó claro ayer en la Junta de Portavoces, después de que la senadora comunicara el lunes que deja el grupo popular al haber abandonado la militancia de este partido. En el mixto, Barberá cumplirá las funciones del resto de componentes, lo que incluye ser portavoz durante un mes por turno.

El actual portavoz del grupo, el senador de C's Xavier Alegre, lo explicó ayer, al tiempo que anunció que ha convocado una reunión del grupo para la próxima semana a la que ha citado (por correo electrónico) a Barberá.

Barberá pasará a ser así un miembro más del grupo: se le asignará escaño en el hemiciclo, un despacho para trabajar y un puesto en una comisión, de la que deberá ser portavoz, dijo.

La exdirigente del PP podrá ser también portavoz de todo el grupo cuando le toque: los partidos ocupan este cargo por turno durante un mes (en octubre le coresponde a Compromís), así que a Barberá podría serlo en junio o julio de 2017, si no hay elecciones.

Por ahora, las acciones anunciadas por otros grupos no tienen efecto. El portavoz del PSOE en el Senado, Óscar López, anunció ayer que su partido ha solicitado personarse como acusación particular y que van a buscar fórmulas para su cese temporal, si bien no sería posible antes de que el Tribunal Supremo solicite el suplicatorio a la Cámara Alta.

Unidos Podemos defendió ayer la posibilidad de que Barberá deje de cobrar temporalmente su sueldo por no acudir a las sesiones celebradas, de momento únicamente la constitución de todas las comisiones, y que se aplique así el artículo 23 del reglamento, que prevé esta posibilidad para ausencias reiteradas.

En Valencia, Compromís pidió ayer la comparecencia en las Corts de la senadora para que explique su adscripción al grupo mixto.