«Somos el único lugar del Mediterráneo que tiene bisontes europeos, pero si la Generalitat Valenciana no nos ayuda, se acabó». La Reserva de Valdeserrillas, en Benagéber, que cuenta con un proyecto de recuperación del bisonte europeo, tiene los días contados a no ser que la Generalitat Valenciana decida lo contrario. Tras el ataque al macho alfa de la Reserva -un enorme bisonte de 650 kilos de peso llamado «Sauron», que fue decapitado- la desaparición de tres ejemplares más y los síntomas de envenenamiento que presenta el resto, el futuro de la reserva recae en el director de la misma, Carlos Álamo, ya que la Conselleria de Agricultura, Medio Ambiente, Cambio Climático y Desarrollo Rural nada ha tenido que ver con el proyecto de recuperación del bisonte europeo en la Comunitat Valenciana. Hasta ahora.

«Una fundación holandesa invirtió 60.000 euros en traer a los animales hasta Valencia. Los bisontes son una especie protegida así que no se mercantiliza con ellos, pero había que traerlos y la entidad apostó por nosotros y sufragó los gastos de transporte. Hemos sufrido un ataque brutal y si la Administración no nos ayuda -hay un sinfín de posibilidades, financiación, pago de los tratamientos veterinarios, inversión en cámaras de seguridad, cerramientos, alimentación...-, la recuperación del bisonte en la Comunitat Valenciana pasará a la historia. Los gastos fijos de la reserva, solo en el «básico», ascienden a 20.000 euros al año.

El secretario autonómico de Medio Ambiente y Cambio Climático, Julià Álvaro, por su parte, aseguró ayer que la Generalitat Valenciana «está dispuesta a escuchar la propuesta que quieran hacer desde la reserva aunque, de momento, no hemos recibido nada. Todo se puede mirar, aunque lo cierto es que nuestras competencias son limitadas. El bisonte no es un animal autóctono y es complicado habilitar partidas presupuestarias sin que se cumplan ciertos requisitos. Aún así, estamos dispuestos a escuchar y a ayudar en lo que podamos».

Bolas de goma con veneno

Respecto a la investigación, el Seprona de la Guardia Civil tiene varias líneas en marcha tras inspeccionar las fincas de alrededor y hablar con agricultores de terrenos colindantes por si hubieran visto o descubierto algo. De momento, la tesis del envenenamiento es la que más fuerza cobra, sobre todo tras conocerse que personal de la reserva encontró el viernes varias bolas de goma cerca del lugar donde estaba el comedero de los animales. La Guardia Civil está analizando su contenido en busca de tóxicos letales para estos herbívoros, aunque los resultados tardarán en conocerse.

El responsable de la investigación, jefe del equipo del Seprona de Chelva, afirmó ayer que tal como fue seccionada la cabeza del macho alfa de la manada «es imposible que se la hayan llevado como trofeo» porque no estaba en condiciones de ser disecada. Aún así, los agentes han iniciado un rastreo del mercado en busca de posibles respuestas.

Además, los agentes están tratando de encontrar a los otros tres ejemplares desaparecidos de los que, de momento, nada se sabe. Sin embargo, los cinco bisontes restantes, todos ellos con síntomas de envenenamiento, mejoran poco a poco y ayer se encontraban «estables». Aún así, «con solo cinco animales, machos, el proyecto no puede continuar, a pesar de ser un referente en Europa», concluyó ayer el director técnico de la reserva.