La familia de Francisco (nombre ficticio) decidió a mediados de noviembre ingresarlo en una residencia. No pueden más. Hace meses que firmaron la solicitud de PEI (ayudas para subvencionar plazas públicas en centros privados) porque no pueden costear los 2.000 euros que, como poco, cuesta la plaza cada mes. Esperan que la ayuda llegue en enero de 2017. Hasta entonces han pedido un préstamo personal al banco para sufragar, al menos, dos mensualidades. Si la ayuda no llega el próximo año no saben qué será ni de Francisco ni de ellos mismos.

La situación de Rodrigo es similar. Para cualquier actividad de la vida cotidiana presenta un estado de dependencia total las 24 horas de día. Vive con su madre de 82 años quien ha solicitado una plaza para un hijo del que ya no puede ocuparse.

Claudia tiene 40 años y una discapacidad del 66%. Convive con su madre de 77 años. Se autolesiona. Ingresó en una residencia en 2014 pero tuvo que abandonarla al no poder asumir el coste. Las pensiones de madre e hija son mínimas.

Estos son tres ejemplos de los informes, peticiones y expedientes de personas con enfermedad mental e intelectual que han solicitado una plaza pública en una residencia. La lista de espera asciende a 2.640 personas, según el director general de Diversidad Funcional, Antonio Raya, quien reconoce la «gravedad» de la situación y el «drama que viven las familias» tras dos décadas de gobiernos del PP «que dejaron desmantelada la red pública para pacientes de salud mental. Nuestro objetivo es reducir la lista de espera tras 20 años sin inversión».

Los sindicatos denunciaron la falta de plazas públicas para enfermos mentales hace un año. Entonces, el Consell anunció la apertura de cuatro centros de salud -que estaban construidos y sin uso- para este año 2016. Solo se han abierto dos, que comparten un mismo edificio en Xàtiva y llevaba seis años cerrado: el Centro de día Especializado para Enfermos Mentales (CEEM), con 40 plazas, y el Centro de Rehabilitación e Integración Social (CRIS), con 70 plazas. Desde la Conselleria de Igualdad y Políticas Inclusivas aseguran que también se han adjudicado cinco plazas en una vivienda tutelada en Moncada. En total, 115 plazas. La lista de espera tiene ahora 2.640 personas.

La previsión para el próximo año

Eso sí, Antonio Raya afirma que para el próximo año está prevista la adjudicación de 271 plazas para enfermos mentales -con la apertura del CEEM de Alcoi y Elx, una vivienda tutelada en Torrevieja, y dos en Valencia y el CRIS de Burjassot- y 262 para discapacitados intelectuales, en centros nuevos como la residencia de Torrevieja, una vivienda tutelada en Alicante, el Centro de Atención Temprana de Vinaroz, las residencias de Utiel y Ontinyent, el centro ocupacional de Torrent y dos centros de Día, uno en Gandia y otro en Paterna.

Además, se prevé un aumento en la oferta de plazas públicas en residencias privadas -cuando salgan las ayudas y conciertos en centros ya creados- que supondrá unas 100 plazas más.