Levante-EMV

Levante-EMV

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Perfil

Milagrosa Martínez: ´La Perla´ que deslumbró a Camps

El expresidente aupó al Consell y a la presidencia de las Corts a la ahora condenada como premio a su sumisión

Milagrosa Martínez: ´La Perla´ que deslumbró a Camps

­Junio de 2007. Francisco Camps vive su momento de gloria. Acaba de arrasar en las urnas. Bólidos y yates empiezan a surcar Valencia. Hace y deshace. Ni los suyos entienden esos días el nombramiento de Milagrosa Martínez como presidenta de las Corts tras su más que discreto papel en la Conselleria de Turismo (2004-2007).

No hay mucho que entender. Camps premia la fidelidad de una mujer sumisa, que había hecho de dique de contención del zaplanismo desde la Conselleria de Turismo y de paso se garantiza el control absoluto de las Corts con una presidencia dócil a sus directrices.

Como alcaldesa de Novelda, Martínez (Córdoba, 1958) fue una de las primeros cargos populares alicantinos en respaldar al entonces jefe del Consell en su pugna con los zaplanistas. En las Corts siempre fue la voz de su amo, lejos de un papel independiente y moderador; una extensión del grupo popular.

Conocida como la Perla, por un apelativo que ella solía usar con quien tenía confianza y del que la trama Gürtel también se apropió, Martínez siempre tuvo un ojo pendiente de la bancada popular, donde los Costa o Maluenda le dictaban instrucciones en caso de duda.

Sonada fue la expulsión de la entonces diputada de Compromís Mónica Oltra por portar una camiseta con la leyenda «wanted Camps» a principios de 2009. Tal era el grado de sumisión a quien la había nombrado que un día hasta abandonó su puesto en la presidencia para recibir al jefe del Consell a su llegada, según recuerdan varios veteranos en la cámara.

Los discursos de Milagrosa Martínez tampoco alcanzaron gran altura política. Insegura y poco habladora, el más conocido fue aquel en que anunció que aplicaría en las Corts los principios «del ama de casa» tras los excesos de la era Julio de España, que llegó a regalar televisores y cámaras de vídeo a los diputados. Pero sus anuncios de bajar sueldos pronto cayeron en saco roto. «En mi forma de actuar no cabe el despilfarro», dijo entonces. Nada más lejos de la realidad.

Febrero de 2017. El juez da por probado que Martínez prevaricó, malversó y cometió cohecho al recibir de la trama Gürtel un reloj valorado en 2.400 euros cuando era consellera. Bajo su gestión en Turismo, la trama de Correa y el Bigotes se embolsó cerca de medio millón de euros. Eran los años en que servir un almuerzo el día de la Comunitat Valenciana en Fitur podía costar más de 200.000 euros y un reportaje fotográfico superar los dos mil.

Martínez consintió y colaboró en graves irregularidades en las facturación del grupo Correa, permitió márgenes comerciales desproporcionados y toleró beneficios ilícitos en perjuicio de las arcas públicas. Ahora será la segunda consellera de Camps, tras Rafael Blasco, en entrar en prisión.

Expulsada del partido

Martínez acabó despreciada por su grupo. Tras su salida de las Corts, el PP le mantuvo el escaño y el aforamiento. Pero Fitur fue su tumba política y en marzo de 2014 fue forzada por el entonces presidente, Alberto Fabra, a renunciar al escaño, en aplicación de su línea roja y a días de que empezara el juicio. Pese a ello aún se aferró a la alcaldía de Novelda, de donde fue desalojada en junio de 2015.

Los populares la expulsaron el 30 de marzo de 2015. Martínez pidió ayuda para afrontar la fianza por Gürtel al no poder reunir los 636.500 euros reclamados, pero el partido descartó pagar el aval. La Perla había dejado de deslumbrar.

Compartir el artículo

stats