El autobús de Hazte Oír se convirtió ayer en foco de la polémica por las calles de València, donde durante dos horas una decena de personas increpó a los representantes del colectivo católico que se opone a la transexualidad. Al grito de «¡Fuera de València! Vosotros no decidís nuestros genitales ni nuestra identidad», «Cañizares, asómate, que por aquí pasa tu alumno preferido» o «Éste es el homófobo número 1», un reducido grupo de personas siguió por las calles a los representantes de Hazte Oír desde el Ayuntamiento de València hasta las Corts Valencianes. Entregaron un «manifiesto por la libertad de expresión» en ambas instituciones. El autobús, por orden de un juez, ya no luce los lemas tránsfobos, sino otro en contra del acoso escolar. En el trayecto, realizado a pie y blindado por más de 15 policías nacionales, cientos de turistas observaron con perplejidad una situación marcada por la violencia de los gritos proferidos a apenas un metro de los increpados. Tanto Sandra Gómez como Manolo Mata (PSPV) les expresaron que no eran bien recibidos.

En el consistorio, los representantes de la plataforma han registrado su "manifiesto por la libertad de expresión", pero la teniente de alcalde, la socialista Sandra Gómez, les ha advertido de que no eran bien recibidos en la ciudad y de que se fueran "lo antes posible". El presidente de Hazte Oír, Ignacio Arsuaga, le ha respondido que su actitud era poco democrática.