Hubo un tiempo en que en la Comunitat Valenciana se hacía negocio hasta con el cuidado de los dependientes y los mayores. Lo evidenciaron las grabaciones del caso Taula cuando «pillaron» al expresidente de la diputación de Valencia y exalcalde de Xàtiva, Alfonso Rus, y a su lugarteniente y autodenominado «yonki del dinero», Marcos Benavent, hablando de las comisiones que podrían cobrar si mediaban para que la Conselleria de Bienestar Social adjudicara residencias concertadas. En las escuchas, que publicó Levante-EMV el 21 de mayo de 2015, Levante-EMVambos aseguran tener poder para intermediar en el traspaso de los derechos para construir una residencia en Xàtiva con 120 plazas concertadas.
Los documentos en poder de este periódico acreditan que en esta operación dos empresas diferentes consiguieron dar sendos pelotazos de 240.000 y 675.000 euros respectivamente. Y sin poner un solo ladrillo en el suelo público que cedía, curiosamente, el ayuntamiento que dirigía Rus.
La empresa que mayor rendimiento obtuvo a los derechos de construcción de residencias que adjudicó el encarcelado Rafael Blasco cuando era conseller de Bienestar Social en 2001 fue la UTE Gabinete Técnico de Trabajo Social y Crespinell SL. Esta sociedad recibió el contrato administrativo para construir la residencia el 1 de junio de 2001. El 23 de noviembre del mismo año vendía estos derechos a la UTE Inmópolis Sevilla y Hotel Playaventura por 240.000 euros.
En 2004 esta mercantil andaluza realizó la misma operación y traspasó a Ruralcaja los mismos derechos sin haber puesto ni un solo ladrillo por 675.000 euros, según la documentación en poder de este periódico. En 2006 y sin desarrollarse el proyecto, los derechos todavía pasaron a una cuarta compañía, la empresa valenciana Gerocleop -del grupo Cleop-, del investigado en Taula Carlos Turró.
La compra de Turró coincide en fechas con la grabación entre Rus y Benavent que se desgrana en la página 6 y en la que Rus y Benavent se erigen como intermediarios de la venta. Según fuentes de Cleop, fueron directivos de Ruralcaja quienes les ofrecieron la residencia de Xàtiva en noviembre de 2005 -las escuchas entre el exalcalde de Xàtiva y el «yonky del dinero» son de octubre de ese año-. Esta información casa con las escuchas donde el exalcalde aseguraba que tenía un contacto en la caja rural para intermediar en la transacción aunque Carlos Turró niega que Alfonso Rus le pidiera una «mordida» o que él abonara ninguna comisión.
La compra de Gerocleop
Gerocleop compró a Ruralcaja en julio de 2006 y por 146.355 euros los derechos de construcción de la residencia de Xàtiva. La desaparecida caja rural valenciana había abonado 675.000 euros tres años antes a la UTE Inmópolis Sevilla y Hotel Playaventura por los derechos de este centro y otros tres más, uno de ellos en Benidorm y otro en Elx. La firma de Carlos Turró abonaba por los conceptos de pago de licencia de obra, canon de concesión acumulado y el proyecto de residencia que había elaborado SPHE Arquitectura.
Ruralcaja realizó la venta de los derechos por una operación de escisión de su filial Gestión de Iniciativas Empresariales y Sociales del Mediterráneo (Giesmed). Gerocleop compró, según la escritura en poder de este periódico, «el patrimonio afecto a la promoción, asistencia y gestión de centros, bienes y servicios, relacionados con la asistencia social y los servicios sociales y que está vinculado a la promoción y explotación de una residencia en Xàtiva», donde Alfonso Rus ya era alcalde.
Con esa compra, la empresa de Carlos Turró se garantizó «el contrato de puesta a disposición de la Conselleria de Bienestar Social de 39 plazas de accesibilidad -ahora tiene 78- de un centro de 120 plazas residenciales y la concesión administrativa de unos terrenos propiedad municipal para la construcción de una residencia valorados en 112.591,38 euros». Los terrenos, según explicaron desde Gerocleop, es una concesión a 50 años.
Una vez formalizada esta compra, Gerocleop inició la construcción del edificio, como marca el contrato con la Generalitat para poder recibir las plazas concertadas, e inauguró el centro en 2009 que continúa en funcionamiento. Desde la empresa de Carlos Turró explicaron que en el edificio y sus dotaciones han invertido entre «seis y siete millones de euros».
