El arquitecto Jaime Prior Llombart, que realizó trabajos para la Conselleria de Educación en la época en que la empresa pública Ciegsa tuvo un papel principal en la ejecución de los colegios en la Comunitat Valenciana, dio ayer muchas de las claves del funcionamiento de la firma en los tiempos del PP.

"Ciegsa era impenetrable", resumió. Prior, que como arquitecto optó a numerosos proyectos de construcción de colegios en la provincia de Castelló y el norte de València, desveló que en numerosas ocasiones vio elementos de discrecionalidad en las adjudicaciones de la firma. "En Ciegsa se valoraban otras cosas, trabajar con la consellera o con la empresa pública era como el agua y el aceite; desde un punto de vista profesional nunca entendí la necesidad de Ciegsa porque la conselleria tenía un departamento técnico muy válido, la conselleria trajababa arreglo a la ley con un criterio muy claro, pero con Ciegsa unas veces estábamos dentro de la ley de Contratos y otras no", detalló.

El técnico puso como ejemplo que en 2009 optó a un concurso de méritos para un trabajo de Ciegsa, pero fue rechazado pese a que era la opción más económica: "Pedimos que nos explicaran la valoración, pero estuvieron meses sin contestar; hasta me llamaron pesado por preguntar demasiado. Yo pedí una entrevista personal con un consejero, pero fue muy desagradable y nos dijeron que no íbamos a tener esa resolución. Enviamos cartas al gerente López Guardiola y fuimos al Síndic de Greuges. Al final conocimos que la adjudicataria de aquel proyecto ya trabajaba en Ciegsa. Se llamaba Beatriz García y me llamó mucho la atención porque buscaban un técnico externo", detalló.

Prior ha añadido a preguntas de los grupos que siempre hubo muchos problemas con los sistemas de valoración de Ciegsa y recordó que el colegio de arquitectos de la Comunitat Valenciana ya quiso participar en su momento en las mesas de valoración y no lo consiguió.