El presidente de la Generalitat Valenciana Ximo Puig, anunció ayer la creación de una comisión de trabajo cuyo objetivo será tener redactado antes de un mes un «plan de choque» contra el incremento de la siniestralidad en ciclistas experimentado en las últimas semanas en las carreteras valencianas, donde han fallecido cinco deportistas arrollados por conductores que dieron después positivo en alcohol y drogas.

En un encuentro al que asistieron también la titular de Obras Públicas, María José Salvador, y el de Educación, Vicent Marzá; el subdelegado del Gobierno en la Comunitat Valenciana y representantes de las diputaciones provinciales, Jefatura y Guardia Civil de Tráfico, Emergencias, Federación de Ciclismo y de Triatlón, así como otros colectivos ciclistas, el presidente reflexionó sobre el papel de la bicicleta, «que ha llegado para quedarse y ser una parte esencial de la movilidad en nuestras ciudades, con una gran incidencia en la lucha de las ciudades contra el cambio climático».

También el libro blanco del Turismo incluye un apartado sobre la importancia de la bicicleta para esta actividad económica.

«Sin embargo-añadió el president Ximo Puig- estamos obligados generar seguridad en el uso de la bicicleta», tanto entre los usuarios urbanos como entre los que utilizan este vehículo para practicar deporte.

El president resaltó que en la Comunitat Valenciana hay 9.807 aficionados con carnet de la Federación de Ciclismo y 3.724 más que forman parte de la Federación de Triatlón.

«Garantizar esa seguridad con el objetivo de lograr cero accidentes es, claramente, un un asunto de interés general», afirmó.

El president, que no quiso desvelar ninguna medida concreta del futuro plan de choque para no trasladar la idea de que existe «improvisación»- «ese es el trabajo de la comisión», recordó- si apuntó como una de las líneas de trabajo fundamentales generar valores de respeto y trabajar en la cultura de prevención, «porque ahí es donde radica gran parte del problema», declaró.

Respecto a las circunstancias en las que se han producido los últimos accidentes mortales, en los que han intervenido conductores bajo los efectos del alcohol o estupefacientes, Ximo Puig dijo que «quien bebe y se droga no puede conducir, no debe conducir, porque está alterando las normas de convivencia y hay que darle la respuesta que se merece».

Tenemos miedo

El presidente de la Federación de Triatlón, Valeriano Moreno, pidió la colaboración de los conductores y reconoció que los ciclistas «salen con miedo» incluso cuando circulan por carreteras conocidas.

«Un vehículo en malas manos y bajo las drogas, el alcohol o la cocaína es un arma y hay que cortarlo desde las instituciones, la policía o la guardia civil», declaró.