La visita de estos viajeros, además de los consiguientes ingresos por su estancia, conlleva ciertos gastos, entre ellos la asistencia sanitaria que se les presta en el caso de necesidad. En este punto, la consellera de Sanidad, Carmen Montón, reclama al Ministerio el pago de los 390,4 millones de euros que le ha costado a la Generalitat Valenciana la atención sanitaria de los turistas nacionales, en los que se ha invertido un total de 318,9 millones, desde el año 2012, y que todavía no le han sido compensados por el Gobierno, y los 71,4 millones que las arcas públicas valencianas han puesto para atender a visitantes extranjeros. Montón denuncia que desde la cartera que dirige Dolors Montserrat, «aún no se han activado los procesos para compensar» la deuda sanitaria.

Precisamente para aliviar esta presión de gasto excesiva sobre determinadas regiones, el Ministerio de Sanidad aprobó en 2012, mediante Real Decreto, la creación de un mecanismo de compensación entre comunidades denominado Fondo de Garantía Asistencial, FOGA, con el que se pretendía «dar respuesta al gasto de las autonomías que reciben un elevado número de desplazados temporales de otras regiones». Además, desde el Ministerio también se gestiona la compensación del gasto derivado de los usuarios de Tarjeta Sanitaria Europea.

Para Montón, esta actitud es una «muestra más de la marginación de financiación que los valencianos sufren por parte del Gobierno».

Cabe recordar que, según previsiones de la Agència Valenciana de Turisme, para este verano se espera la llegada a la Comunitat de cuatro millones de turistas extranjeros, lo que supone un incremento del 10% con respecto al año 2016. Con respecto a visitantes nacionales,se estima que se producirán más de 8,7 millones de viajes a la Comunitat Valenciana, un 4% más que el año anterior, y realizarán más de 58 millones de pernoctaciones.