El pulso de Podemos por dejar su sello en las cuentas del Consell de 2018 se mantendrá aún algunas semanas más, aunque el acuerdo está cerca según todas las partes y el riesgo de que los presupuestos se prorroguen es hoy escasísimo.

Con todo, en Podemos están cómodos con la actual situación y dispuestos a llegar al último momento en sus exigencias, pese a que muchas de ellas ya se recogen en las cuentas presentadas por el Consell. Implícitamente, el propio líder valenciano de Podemos, Antonio Estañ, dio por hecho que habrá acuerdo al admitir ayer en los pasillos de las Corts que no aprobar los presupuestos de 2018 tendría una difícil explicación.

Incluso admitió que su formación no quiere que se prorroguen y descartó de plano cualquier posibilidad de apoyar o presentar una enmienda a la totalidad. Preguntado por el sentido del voto de los 12 diputados de Podemos, Estañ mantiene que dependerá de lo que pase dentro de un mes, es decir cuando acabe el período de enmiendas, a cuyo trámite fían los podemistas las mejoras que no han podido incluir en el proyecto que el conseller Vicent Soler llevó ayer en una tablet a las Corts.

Podemos insiste en que existe una necesidad en la Comunitat Valenciana de vivienda social porque cree que no se va a poder desarrollar la ley de Función Social de la Vivienda aprobada por las Corts, por la presión del Gobierno de Mariano Rajoy, por lo que insiste en un plan de choque en alquiler social que permita pinchar la burbuja que se está generando sobre los alquileres, actuaciones que cifra en 80 millones.

Además, a instancias de Podemos se reúne mañana la comisión de seguimiento del Pacte del Botànic y que, entre otros asuntos, evaluará el proyecto de Presupuestos de la Generalitat de 2018.

Muy diferente se ve el presupuesto desde las filas populares. La síndica adjunta, Eva Ortiz, aseguró ayer que las cuentas son un auténtico caos y anunció que su formación va a mirar muy detenidamente las inversiones que corresponden a cada provincia y por habitante. Con todo, el PP mantiene el ofrecimiento de su partido a negociar con el Consell las cuentas, una posibilidad lanzada la semana pasada por Isabel Bonig desde la tribuna de las Corts y que molestó a Compromís, según Ortiz. El PP apoyaría las cuentas si Puig rompe con Compromís, rechaza la tasa turística y el plurilingüismo, mejora las listas de espera y rebaja la presión fiscal a los autónomos valencianos.

«Diseño nórdico»

En opinión del síndic socialista, Manuel Mata, los presupuestos del Consell son propios de un diseño nórdico donde con pocos recursos «se hace mucho por los valencianos». También lanzó un mensaje a Podemos al advertir que los presupuestos no son una carrera por ver quien consigue incluir más reivindicaciones, ya que la prioridad de todos los partidos del Botànic son las personas. En esa línea el síndic de Compromís, Fran Ferri, valoró que las cuentas siguen mejorando la vida de los ciudadanos y sobre todo empiezan a rescatar y poner en marcha el tejido productivo valenciano.

Sobre la tasa turística, Ferri avanza que se abre un proceso de negociación para incluir nuevas iniciativas y defiende que esta tasa es positiva para el sector.

La síndica de Ciudadanos, Mari Carmen Sánchez, sostiene que la falta de consenso en los presupuestos pone en peligro la estabilidad de la Comunitat Valenciana porque ya no habría más inversión en Sanidad o política social.

Además, entre sus propuestas, Sánchez insiste en dar prioridad a las iniciativas útiles como la rebaja del impuesto de sucesiones.