El registro sobre las incidencias de violencia en los centros educativos que centraliza la Conselleria de Educación, alcanza una media por curso escolar de 600 agresiones físicas y ofensas verbales al profesorado. Entre las incidencias comunicadas por los centros escolares, hay un 14,20% referidas a agresiones físicas al profesorado y un 21% sobre amenazas verbales, también a los docentes.
La reciente bofetada de un padre de alumno que tumbó en el suelo al jefe de estudios del colegio Gloria Fuertes de Alicante, sin mediar palabra, ha hecho saltar las alarmas entre la comunidad docente y sindicatos representantes. Coinciden en la indefensión de los maestros ante estas situaciones y los hay que reclaman a Educación que actúe de oficio y presente denuncia directamente ante los juzgados contra el agresor, sin esperar a la decisión personal del profesor, que cuando es agredido puede temer represalias futuras.
La bofetada a Fernando Llorens la siente el colectivo de docentes en su rostro hasta el punto de que numerosos colegios han hecho saber su intención de revisar sus normas internas de convivencia, tal y como hará este trimestre el mismo colegio Gloria Fuertes, como indica su director, para introducir medidas en el caso de que algún familiar se sobrepase ya sea verbal como físicamente.
De hecho, entre todos los tipos de violencia registrados en Educación a partir de las incidencias informadas desde los colegios e institutos, un 61,6% son fruto de violencia verbal y otro 45,4% de violencia física. En el conjunto de la Comunitat Valenciana, los centros de Elx, Santa Pola y Crevillent son los que informan de una mayor cantidad de incidentes violentos a lo largo del curso en general, seguidos del resto de Alicante con mayor volumen de incidencias que en el resto de la Comunitat, un 48,48% del total, por un 45,46% en València y un 6,06% en Castelló, como contempla la última memoria de Educación sobre la convivencia escolar.
También es Alicante la provincia donde más veces han actuado las nuevas Unidades de Actuación e Intervención, dotadas de especialistas en el marco del Plan para la Prevención de la Violencia (Previ), con el 55,37% de los casos, seguida por València con el 29,08% y Castelló, con el 15,54%.
El portavoz de los directores de colegios en Alicante, Miguel Andreu, remitió a la asociación provincial de directores de Infantil y Primaria la propuesta de exigir soluciones a la Conselleria de Educación frente a las agresiones a docentes, en el sentido de que actúe de oficio y presente la correspondiente denuncia tras recabar todos los datos. Ginés Pérez, vicepresidente autonómico de los directores, aseguraba: «La agresión en Alicante nos sirve para actualizar las normas y evitar que se repita». Por su parte, el secretario de Enseñanza de CC OO, recomendaba «primero ir a la comisaría o al juzgado y a partir de ahí, conselleria».
«Estoy muy indignado. Mañana me puede pasar a mí. Una agresión nunca está justificada y aunque lo primero sea denunciar, puede ser complicado para el implicado. Hay que ponerse en su piel», abunda Andreu en referencia al docente agredido, Fernando Llorens, «porque le han pegado como jefe de estudios de un colegio, no a título personal, y eso provoca indefensión».
Todos los representantes sindicales coinciden en este extremo, la indefensión del profesor. La categoría de autoridad pública les da derecho a contar con el servicio de la abogacía de la Conselleria de Educación, pero a la vista de las situaciones en las que se encuentran cuando son agredidos, no lo consideran suficiente. «La protección y respaldo, incluso jurídico, que recibimos en estos casos de nuestra empresa, la Conselleria de Educación, es por desgracia insuficiente», resume Javier González Zurita, secretario de Comunicación de Enseñanza de UGT, entre los representantes de los sindicatos docentes consultados.
