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Informe

La pobreza extrema crece y asfixia a más de 700.000 valencianos

Dos libros editados por la institución Alfons el Magnànim analizan datos "reales y objetivos" del empobrecimiento valenciano y el sistema de protección

El sistema de protección social en la Comunitat Valenciana hace agua: en la actualidad existen 218.000 hogares (más de 700.000 personas) que viven en pobreza extrema.

Es una de las conclusiones que se pueden leer en el libro «El sistema de protección social y el estado de bienestar en la Comunitat Valenciana», de M. Jesús Felipe, una de las dos obras presentadas ayer para dar a conocer la colección dentro de la cual han visto la luz.

Bautizada como «Descobrim» nace con la intención de recopilar, analizar y ofrecer números, datos objetivos y comparaciones (con otras comunidades autónomas, con la media estatal y la europea) para que el ciudadano sepa cuál es la situación de la Comunitat Valenciana en temas presentes en la vida cotidiana como la renta, los servicios sociales, la vivienda, el paro, la sanidad o la educación. Todo ello, «sin interpretaciones políticas de por medio. Datos rigurosos, objetivos y fiables».

La colección «Descobrim» ha nacido al amparo de la institución Alfons el Magnànim de la Diputació de València, que ayer presentó los dos primeros libros con los que comienza este proyecto: «El empobrecimiento valenciano», de Francisco J. Goerlich y el mencionado de M. Jesús Felipe. La puesta de largo, en La Nau, coeeió a cargo del director de la institución, Vicent Flor, el vicerrector de Cultura e Igualdad de la Universitat de València (UV) y director de la colección, Antonio Ariño, y los autores de unos libros que muestran una radiografía social de la Comunitat Valenciana.

Por sectores

Tras analizar cómo y porqué surge el estado de bienestar a principios del siglo XIX, M. Jesús Felipe, afirma en su libro que en la actualidad existen 218.000 hogares (más de 700.000 personas) que viven «en pobreza extrema», una situación «que hay que abordar con urgencia», ya que «aunque se ha aumentado el presupuesto para el sistema de protección de forma considerable -en el año 2000 era el 3,6% y en 2017 fue del 5,9%- este se refleja en una subida en la atención a mayores y personas con discapacidad, mientras que se perpetúa el desequilibrio en sectores como la atención a la familia, los menores, la mujer o la inmigración. Por eso hay que poner el foco ahí», explicó ayer la socióloga.

Además, M. Jesús Felipe aseguró que solo el 18 % de la población «tiene atención de los servicios sociales, aunque el nivel de atención debería oscilar entre el 25 y el 30 %».

Los datos también revelan que las prestaciones asistenciales «tienen una eficacia muy baja», aunque aseguró que la nueva Renta Valenciana de Inclusión puede ayudar a «resolver algunos problemas» ya que «hay muchos pensionistas y trabajadores con ingresos muy bajos».

Si a eso se suma que el 53 % de la población son mayores y niños «que dependen del 47% de la población activa, que no siempre trabaja» se obtiene la cuadratura de un círculo que reconoce los servicios sociales como «residuales y de baja eficacia».

Francisco J. Goerlich, por su parte, explicó en su intervención que la evolución de la renta per cápita es el primer motivo del empobrecimiento valenciano ya que de 2007 a 2014 «la renta per cápita ha caído un 24 % en la Comunitat Valenciana, mientras que la media estatal se sitúa en el 20 %. Y si baja la renta per cápita crece la desigualdad».

El economista explicó que la recuperación económica no se refleja en la ciudadanía porque «se crea empleo

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