El Instituto de Ecología Litoral de El Campello contabiliza ya en las últimas semanas más de 40 avistamientos de ejemplares de carabela portuguesa (Physalia physalis), una «falsa medusa» la familia Physaliidae que se caracteriza por su toxicidad y su capacidad urticante, capaz de provocar lesiones y reacciones alérgicas muy graves.

La presencia de esta especie ha provocado el cierre temporal de las playas de Altea y San Juan (Alicante) y los municipios afectados temen que impacte sobre el turismo de cara al próximo puente de mayo.

Juan Eduardo Guillén, biólogo y jefe de Investigación del Área Marina en el IEL, cree sin embargo que la plaga remitirá en las próximas horas. «Estamos haciendo recuentos constantes y la verdad es que ha bajado muchísimo. Su presencia está relacionada con los vientos de levante y en la medida en que desaparezcan estos lo hará la carabela. Probablemente antes del puente».

Guillen, que dirige desde hace años programas de seguimiento de medusas en el litoral alicantino, cree que la presencia de Physalia physalis está muy por encima de las registradas en años anterior. «No sabemos si es un fenómeno puntual en respuesta a unas condiciones meteorológicas determinadas u obedece a cambios más profundos», declaró.

La carabela portuguesa es en realidad una colonia de pólipos, no una medusa, que flota en la superficie y que es arrastrada por corrientes y el viento. «Hemos seguido su rastro desde el Estrecho y este año han entrado muchas hasta situarse en el sur de las Baleares; más tarde sopló el levante y han llegado a la costa», añadió.

Su presencia en playas de València y Castelló es «menos probable, incluso en años de abundancia como el actual», sostiene Juan Eduardo Guillén. No obstante, existe una cita en playas de Castelló en julio de 2011.